«Si no estamos en la relación de puertos nodales es porque Blanco no quiso»

-Lleva más de año y medio al frente del puerto de Vigo. ¿Qué balance hace?

-Es una época complicada, pero el puerto a pesar de las crisis mantiene sus números positivos. Somos una de las pocas instituciones que puede presumir de tener sus cuentas saneadas, tenemos unos beneficios cercanos al millón de euros. En cuanto a las obras pendientes, después de diez años estamos a punto de culminar la ampliación del arenal, esperamos que sea en 2013 y con ella se mejorará considerablemente la superficie y el calado de la terminal. Estamos tratando de que el puerto, como motor económico, de la ciudad, suba la temperatura y se vea que ya no está en la situación en la que se encontraba hace unos meses. Los tráficos funcionan bien, incluso muy bien. La pesca, sector en el que somos líderes mundiales, volvió a ser récord histórico; y en ro-ro la actividad en Citroën está mejorando tras un tímido descenso a primeros de año. Pendiente está la autopista del mar que, una vez adjudicado el tráfico de Citroën a Suardíaz, está negociando Puertos del Estado con este grupo para ver si de una vez impulsamos la autopista del mar.

-Me habla de la autopista del mar. ¿En qué situación se encuentra?

-Se planteó mal desde el origen. Es evidente que la misma empresa que lleva los tráficos de Citroën debía llevar la autopista del mar. Ahora se negocia entre puertos del Estado y la naviera para ver cómo adaptar el convenio vigente a las necesidades de Suardíaz y

poner en marcha un proyecto que llevamos tiempo reclamando. Ahora, con los apoyos recabados por el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la República francesa, junto con la intermediación de la ministra de Fomento, Ana Pastor, y Puertos del Estado, así como la implicación de la automovilística, parece que va a poder ser.

-¿Se atreve a dar una fecha?

-No, no quiero dar fechas. Soy optimista. Lo era ya hace unos meses cuando se dijo la nueva adjudicataria (tras la renuncia de Acciona), la Compañía Marítima Hispano Francesa veía inviable su puesta en marcha ante las nuevas exigencias del Gobierno francés y al final no es así, se mantienen los tráficos. Sé que se está trabajando intensamente desde todos los frentes y esperemos poder verla el año que viene.

-Hablando de temas pendientes: nuevo mazazo hace unos días con la negativa a incluir Vigo como nodal.

-El mazazo lo recibimos hace un año, en el mes de octubre, cuando nos enteramos que el ministro de Fomento, José Blanco, un gallego, había decidido que el puerto de Vigo no entrase como puerto nodal de la Red Transeuropea de Transportes. Se había creado un club de puertos nodales y cada Estado decidía que socios formaban parte. Fue el ministro Blanco y el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero los que decidieron que no estuviéramos en ese club. Nos excluyeron. Presentamos varias reclamaciones. Llegamos a ir a hablar con el propio ministro, que es quien tiene la capacidad de incluirnos, y nos dijo que Vigo «no cumplía con los requisitos objetivos», cuando estos no constan en el reglamento.

Luego nos dijo que era un error de la comisión que se iba a corregir, pero no se corrigió. Con el apoyo de Fomento y de la Xunta intentamos incorporarnos, pero es algo muy difícil. Es un club muy reducido en el que muchos quieren entrar. Ahora no es solo una persona, como lo fue Blanco, la que decide y hay que llegar a un consenso que se presenta complicado. Con todo, no es imposible y lo vamos a seguir intentando. No obstante, que quede claro que si no estamos en la relación de puertos nodales fue porque hace un año un ministro de Zapatero, para más señas un gallego, no quiso que estuviéramos entre los puertos nodales. La pelea y la lucha sigue activa, pero no será fácil entrar en un club selecto del que ya han salido muchos y otros tantos quieren entrar.

-La alianza PP-PSOE con respecto a la autopista recibió duras críticas por parte del alcalde de Vigo, Abel Caballero. Amenazó incluso con salir a la calle como hizo con las cajas.

-El momento de salir a la calle fue entre octubre y diciembre de 2011, cuando Vigo no aparece en el primer borrador y se pide una corrección. En ese tiempo era posible incorporar a Vigo. Inglaterra

e Italia lograron incorporar un puerto más. Si en ese momento no se hizo, ahora es tarde. Si entonces, que era cuando tenía que haberse movido no hubo ninguna reclamación, entiendo que ahora llega tarde. Fuimos a Bruselas, hablamos con la jefa de gabinete del Comisario de Transportes que, por cierto, nos confirmó que España no había pedido nada para Vigo; que el ministro de Fomento no había hecho ninguna solicitud para que Vigo se incluyera como nodal en el periodo transitorio. Abel Caballero tenía que haberlo hecho antes, en los meses que fueron clave.

-¿Ha logrado reconducir las malas relaciones entre el puerto y el Ayuntamiento olívico?

-Desde que tomé posesión dije que trataría de fomentar al máximo la colaboración entre las administraciones y lo estamos consiguiendo. En el caso del Ayuntamiento de Vigo desearía que fuera mejor, sin duda. Si bien, desde el puerto de Vigo no vamos a alimentar confrontación alguna. El puerto de Vigo es Vigo y Vigo, su puerto. Sin la terminal de Bouzas, Citroën no tendría capacidad logística para transportar sus coches; el granito, de no tener un puerto preparado, no podría exportar su elaborado; todo el tema de la pesca evidentemente sin el puerto no sería posible; y todos los astilleros están situados en zona portuaria. Por tanto, su importancia es indiscutible. Cualquier decisión que se adopte desde el puerto implica a la ciudad, de ahí que sea bueno mantener una colaboración estrecha con el Ayuntamiento. Nos gustaría que fuera más directa e intensa, ya que la única que sale perdiendo es la propia ciudad. Insisto, por nuestra parte toda la colaboración con el gobierno local. En la búsqueda de cualquier enfrentamiento el Ayuntamiento no nos encontrará. Ir contra el puerto es atacar a Vigo y sería un suicidio para la ciudad. Hay muchos proyectos paralizados. Se bloqueó que los vigueses no solo llegasen al puerto, sino al mar. La imagen que damos no es buena.

-Ahora que finaliza el año, ¿qué le pide a 2013?

-Volver a la senda del crecimiento y de la creación de empleo. Sabemos que España está haciendo lo imposible para salir de la situación que nos dejó un gobierno socialista con las cuentas quebradas y con una competitividad económica por los suelos. La Xunta logró ser un gobierno austero y demostró saber gestionar hasta convertir la comunidad en solvente, y con ello recuperar la credibilidad de los mercados. España tiene una tarea difícil, pero si Galicia logró en cuatro años equilibrar las cuentas y mantener los servicios públicos sin tener que pedir auxilio al Estado para poder pagarlos, el equipo Rajoy, que en está en esta misma vía, lo logrará. Se están dando los pasos acertados pese a la desastrosa herencia socialista. Si en España se hubiesen tomado las medidas que se adoptaron en Galicia en los años anteriores probablemente estaríamos hablando de otra situación económica.