El último trayecto de Serafín Castellano

Castellano fue señalado como el responsable de la pérdida de más de medio millón de votos en las europeas. Alberto Fabra le destituyó en junio de 2014 como conseller y le apartó del cargo de secretario general. Su destino fue la Delegación del Gobierno.

Un año después el PP, lejos de remontar, se ha desplomado en las autonómicas tras veinte años al frente de la Generalitat y ha perdido buena parte de su poder local.

Castellano era, desde la noche del domingo, el nuevo rostro del PP en la Comunidad Valenciana, a la espera de que la formación defina su nuevo liderazgo. María José Catalá y Eva Ortiz se perfilan para la sucesión de Fabra , conforme informó ayer este diario, pero se prevé un proceso largo y no exento de tensiones, que dejará a los populares huérfanos de refentes públicos. En este sentido, la elección del portavoz parlamentario resultará clave para comenzar a cubrir ese vacío.

Castellano reanudó su agenda con un acto en el Tribunal de las Aguas y hoy tenía previsto otro acto en la localidad castellonense de Nules al que no ha podido acudir tras ser arrestado. Hasta las elecciones su tarea era defender la gestión del Gobierno de Mariano Rajoy en la Comunidad Valenciana. Su detención pone un final abrupto a una larga carrera política.

Castellano se dio a conocer en toda España cuando hace unos días se difundieron las imágenes en las que la alcaldesa de Valencia se lamentaba de sus malos resultados electorales -"qué hostia, qué hostia" - en el hombro de un compañero de partido, que no era otro que el delegado del Gobierno detenido hoy.