Las diez tapas más famosas de Valencia

Patatas bravas

Uno de los mejores locales de Valencia para comer patatas bravas es, sin duda alguna, Rausell. En este bar, restaurante y casa de comidas para llevar, todo aquel que va no se resiste a irse sin probar esta tapa, aunque curiosamente ellos no consideran las bravas su plato estrella.

[Mira la reseña en viernesgastronómicos.com]

Pepe Rausell abrió el restaurante en 1948. La receta de las bravas es la misma desde hace 50 años: una buena patata, frita primero a fuego lento y luego fuerte y una salsa que se trabaja a partir de un allioli casero (a base de huevo pasteurizado), pimentón dulce, pimentón picante y sal. Finalmente a las patatas se les añade un poco más de allioli para decorar.

Pincho de tortilla de patata

Si se le pregunta a cualquier valenciano dónde está la mejor tortilla de patata de la ciudad seguro que existe unanimidad: en el bar Alhambra.

La persona que ostenta el título de hacer las mejores tortillas de la ciudad es Benito Bazán, un ex pintor de coches que por motivos de salud tuvo que cambiar de profesión. Está claro que el destino le tenía preparada otra mejor.

Su rutina es siempre la misma. A las 7h de la mañana Benito empieza a pelar patatas en la cocina. Necesita 4 kilos para cada tortilla, y prepara unas 12 de lunes a jueves y 17 el viernes. Batir huevos es su otra gran habilidad, bate entre 30 y 36 por tortilla (y los bate en la medida exacta para que la tortilla quede jugosa pero no líquida). El proceso completo para dar por terminadas sus obras de más de 4kg dura 45 minutos.

A probar su tortilla acuden valencianos de todo tipo, pero también gente de fuera de la ciudad atraída por los artículos que periódicos y blogs le han dedicado.

Clóchinas al vapor

Una de las tapas valencianas por excelencia. En este caso la recomendación es probar los del bar La Pilareta.

El bar se fundó en el año 1918 como fábrica y tienda de licores con el nombre inicial de “El Lorito”. Con los años la fábrica dió lugar a una casa de comidas regentada por la nieta del fundador (Pilar) y en el que la especialidad eran los caracoles alternados con habas o mejillones.

Más tarde, los caracoles fueron dejando paso a los mejillones, en valenciano clóchinas, que se convirtieron en el plato estrella. En La Pilareta traen los moluscos desde Galicia y los acompañan con una salsa ligera (básicamente agua y el propio jugo de los mejillones) aderezada con un toque picante que los hace muy particulares.

Se comenta que en este establecimiento se han llegado a consumir cerca de 1 tonelada de mejillones durante las fallas.

Anchoas

Las anchoas en Valencia tienen nombre propio: Casa Guillermo. Conocido como el «Rey de la Anchoa», merecido título teniendo en cuenta que desde 1957 llevan preparando anchoas del Cantábrico como empezó a hacerlo Guillermo Madrigal, el fundador de esta pequeña taberna: desaladas en su punto justo y maceradas en aceite de oliva y ajo.

Casa Guillermo, en su forma original, está situado en una antigua fábrica de cerámica de Manises, construida en el año 1870 y considerada monumento protegido. Aunque debido a su éxito se ha expandido y ahora también cuenta con otro local, Terraza Azul, en la Marina Don Juan Carlos I en el puerto de Valencia.

Michirones

Aunque la de los michirones (un guiso picante de habas) sea una de las recetas más típicas de la gastronomía murciana, en Casa Montaña los preparan como nadie y por ello unida a la fama de esta taberna va la de este plato.

El secreto de su éxito es, sin duda, su cuidada elaboración. Primero ponen a remojo los michirones durante 48h, cambiando el agua dos o tres veces en este tiempo. Una vez hecho esto introducen el resto de ingredientes en una malla y colocan ésta y los michirones en una olla a presión. Sofríen el pimentón picante en el aceite, añaden un cazo de caldo de pollo y lo echan dentro de la olla con los michirones. Finalmente le añaden sal y el resto del caldo de pollo, y lo cuecen en la olla a presión durante 75 min a fuego lento. El toque final, un chorrito de aceite de oliva una vez están ya en el plato.

Casa Montaña es uno de los bares más antiguos de Valencia. Lleva abierto desde 1836 aunque en sus inicios era una tienda que servía a marineros que viajaban de ultramar. A lo largo de los años este local no ha hecho más que acrecentar su fama llegando a oídos de la actrizGwyneth Paltrow o el mismísimo Ferrán Adrià, que se han sentado en sus taburetes.

Ensaladilla Rusa

Después de probar la ensaladilla rusa de Vicente Patiño nadie podrá seguir diciendo que la mejor es la de su madre.

Muchos la califican de LA ENSALADILLA, con mayúsculas. Puede que el secreto radique en que todos los ingredientes que la componen se pican a mano en trocitos bien pequeños, lo cual, entre otras cosas, consigue que la patata expulse más almidón y que el conjunto quede especialmente bien ligado. Todo esto junto al toque final de aceite virgen extra da como resultado una de las mejores ensaladillas de Valencia, si no la mejor.

Quien quiera probar este plato tiene que ir Saiti, el Restaurante de Patiño. A este cocinero de Xátiva le avala el Premio Revelación de Madrid Fusión que ganó en 2007.

Coca de pisto y bonito

La tapa más famosa de uno de los locales de moda en Valencia, Central Bar. Además es única, es una creación del chef valenciano Ricard Camarena. La coca está elaborada sobre una base de crujiente de maíz, sobre ésta una cama de pisto casero con piñones y sobre ellos el bonito.

Ricard Camarena es uno de los chefs más reconocidos del momento que tiene en su poder ya una estrella Michelín y tres Soles Repsol y en su última aventura ha decidido abrir Central Bar, una barra situada dentro del Mercado Central de Valencia. Por ello, todos sus productos son frescos, comprados del día en el propio mercado.

Con esta iniciativa pretende crear un bar de tapas de calidad pero a un precio asequible, sus platos nunca superan los nueve euros.

Calamares

Los calamares a la romana son especialmente famosos en Valencia si están dentro de un bocadillo y más aun si es del bar Casa Mundo.

El éxito del triunfo de estos «calamares» está en su materia prima. Los elaboran con sepia de 2kg de primera calidad y un rebozado casero hecho con harina y aceite. Sí, han leido bien, sepia. En Casa Mundo afirman que en la mayoría de locales los bocadillos de calamares que se sirven están hechos con sepia.

La popularidad de este bocadillo ha crecido hasta el punto que de cada 200 bocadillos que sirven al día aquí, 150 son de calamares.

Esgarraet

Plato típico de la gastronomía valenciana a base de pimiento rojo al horno, bacalao, ajos y aceite de oliva.

En este caso no hay un lugar fetiche en la ciudad al que ir a comer este plato aunque si se quiere hacer una apuesta segura lo mejor es acudir a locales que ofrezcan cocina valenciana de estilo tradicional como La Pepica o La Marcelina. Aunque también en otros más nuevos pero que siguen conservando la gastronomía mediterránea de toda la vida como en el Central Bar de Ricard Camarena.

Tellinas

Las tellinas también se conocen como «coquinas» en Valencia. Este tipo de molusco se encuentra frecuentemente en los fangos de marismas, zonas salobres y, sobre todo, en zonas de playa. Es especie protegida en el Parque Nacional del Delta del Ebro. Su captura la realizan los coquineros, mariscadores que durante la bajamar capturan este tipo de molusco.

Se trata de un manjar muy apreciado en la ciudad como aperitivo que se acompaña con vinos de la zona y se suele cocinar únicamente con ajo, perejil y aceite.

Quién quiera probar este clásico de la gastronomía valenciana marítima solo tiene que acercarse a los locales del Paseo Marítimo de Valencia o de la zona del Palmar como L’Establiment.