Equilibrios desde el alambre

El caso más flagrante sin duda es el de Mónica Oltra. Su excompañera y excamarada Glória Marcos ya lo advirtió en un tuit: "En cualquier negociación recomiendo por experiencia que Oltra y Mollá no deben de participar". Más claro agua. La "cooperativa" Compromís lleva ya casi un año negociando su reglamento de primarias. Al final, la personalista Oltra, al ver que eso de ser la elegida peligraba, pasó de la democracia a la amenaza y pegó el "raje" de decir que si ella no era la candidata se presentaría por Iniciativa, el hijo descarriado de Esquerra Unida, o se iría a Podemos. ¡Olé!.

Eso si es corporativismo, Compromís mola si soy la candidata, pero si no lo soy no mola tanto.

Esquerra Unida, a la hora de "matarse" por estar en las listas, es más clásico. está la corriente "crítica" que capitanean Blanco y Esther López y la vertiente Comunista, hasta ahora la mayoritaria en la formación que lidera Sanz. El grupo parlamentario está junto pero no revuelto.

Sin duda esta semana los titulares se los ha llevado UPyD , tras la dimisión de Alexis Marí, que ha tenido una secretaria general más que fugaz, eso de ir contra el "aparato" es muy duro y más si es contra la propia creadora de la marca, Rosa Díez y su niño bonito Cantó . ¿Qué pensarán las bases del partido en la Comunitat?. De momento el goteo de bajas y de críticas con una forma de funcionamiento autoritaria, suma y sigue.

Del invisible Partido Socialista tan solo hemos vivido un capítulo más de su agrupación de Alfafar que gobernaron a base de lujos y despilfarros siempre bien acompañados de mariscadas, comilonas, hoteles en Madrid, viajes, bolsos y ropa de marca cargado como no al erario público. ¿Quién no es así socialista?.