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El Príncipe, a pie de terremoto
Don Felipe supervisa en Valencia el mayor simulacro sísmico hecho en España
Un seísmo de 6,3 grados registrado en la madrugada del lunes causaba en «Luñol» más de 200 fallecidos, centenares de desaparecidos -decenas sepultados entre escombros- y «daños devastadores» en todo tipo de infraestructuras.
Por suerte, no es más que el simulacro sísmico a tiempo real más ambicioso de estas características realizado en España -que se celebra estos días en el término municipal de Buñol, en Valencia-, en el que han participado un total de 3.177 personas entre efectivos de los tres ejércitos, de la Unidad Militar de Emergencias (UME), policías, guardias civiles, personal de servicios de emergencia y de organismos civiles, junto a expertos en materias medioambiental, protección del patrimonio cultural o energética y figurantes.
Como si de un auténtico desastre se tratara, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, presidió la reunión del Comité de Situación del Consejo de Seguridad Nacional. En las instalaciones de la Presidencia del Gobierno, el Comité siguió el ejercicio «Luñol 2014» como si de un seismo real se tratara. A la reunión asistieron, además, el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, el director del Departamento de Seguridad Nacional y representantes de los ministerios de la Presidencia; Asuntos Exteriores; Defensa; Hacienda y Administraciones Públicas; Interior; Fomento; Industria, Energía y Turismo; y Economía y Competitividad.
En tiempo real
Como hubiera ocurrido en un desastre de tal envergadura, el Comité mantuvo una videoconferencia con el ministro del Interior, el teniente general jefe de la Unidad Militar de Emergencias, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y el conseller de Gobernación y Justicia.
La magnitud del «desastre» llevó, incluso, por la tarde, a recibir la visita del Príncipe, quien supervisó el amplio y complejo dispositivo de emergencia. Don Felipe aterrizó en helicóptero a las 17.45 horas en el Complejo Educativo de Cheste, donde se instaló el puesto de mando operativo y desde el cual se coordinan las labores.
El príncipe, que vestía el uniforme de teniente coronel del Ejército de Tierra, recibió una pequeña charla informativa por parte de los responsables del simulacro y se entrevistó con las autoridades civiles, que no han seguido posteriormente la comitiva que presidía el presidente valenciano, Alberto Fabra.
La visita incluyó una morgue simulada en el Centro de Videoconferencias, de Operaciones Aéreas y el Centro de Inteligencia y Seguridad.
La llegada de don Felipe se produjo instantes después de que se registrase una supuesta réplica del hipotético terremoto de 6,3 grados que ha afectado de forma simulada a la comarca de La Hoya de Buñol y que ha obligado a los participantes en el simulacro a improvisar soluciones alternativas.
Posteriormente, visitó una antigua fábrica de cemento donde se ha simulado un escenario urbano de viviendas derruidas y ha comprobado sobre el terreno cómo se realizan las labores de rescate con medios técnicos y perros adiestrados.