els quatre cantons
La definición vigente de transición, según Suárez
En un fragmento de un discurso del primer presidente democrático describe esta etapa donde de acuerdo con su literalidad aún no está acabada
víctor mut
Durante estos días testigos y protagonistas del momento han definido al primer presidente de Gobierno de la actual etapa democrática como el líder de la transición española. Hay muchas definiciones sobre este periodo histórico de España aunque bien es cierto es que lo más llamativo, ... a diferencia de otras transiciones europeas, es que la española se realizó desde la legitimidad gracias al importante papel que tuvo la institución monárquica que permitió el tránsito desde la dictadura a la democracia cuando todavía ésta era incipiente.
Por eso, algunos se preguntan si la transición fue una reforma o ruptura. El hito legislativo fue la aprobación de la Ley de Reforma Política que abría el periodo constituyente con unas elecciones a Cortes Generales y una Constitución que reconocía la soberanía nacional y las cámaras de representación, entre otras novedades. Un referéndum ratificado con el 94% de los votos afirmativos dio paso a la disolución de los ‘brazos’ del anterior régimen (TOP, el Movimiento Nacional, etc) y luego el reconocimiento de los partidos políticos como el PCE.
Al margen de datos y realidades, es importante leer con detenimientola propia definición de transición por parte de Adolfo Suárez. ABC ha podido acceder a una copia del discurso pronunciado a finales de los noventa por el propio Suárez en Castellón para homenajear a Fernando Herrero Tejedor, fallecido en un accidente de tráfico en la provincia de Segovia, en un acto celebrado en la Diputación Provincial.
Herrero Tejedor fue ministro secretario general del Movimiento nombrando a Suárez como vicesecretario general. Suárez, invitado por la familia Herrero-Tejedor Algar, se definió en aquel acto como ‘un chusquero de la política’, de recorrer todos sus grados, desde los más inferiores a los más altos. Era tal la relación que por orden del ex presidente del Gobierno en la tumba de Herrero Tejedor en el cementerio de Castellón, siempre había depositada una rosa roja.
“A mi juicio la transición fue, sobre todo, un proceso político y social de reconocimiento y compresión del ‘distinto’, del ‘diferente’, ‘del otro español’ que no piensa como yo, que no tiene mis mismas creencias religiosas, que no ha nacido en mi comunidad, que no se mueve por los ideales políticos que a mí me impulsan y que, sin embargo, no es mi enemigo sino mi complementario, en el que completa mi propio ‘yo’ como ciudadano y como español, y con el que tengo necesariamente que convivir porque sólo en esa convivencia él y yo podemos defender nuestros ideales. Nadie en política democrática posee la verdad absoluta. La verdad siempre implica una búsqueda esforzada que tenemos que llevar a cabo en común, desde el acuerdo de convivir y trabajar juntos. A esta convivencia libre y pacífica, nos impulsa como necesidad no solamente el pasado histórico, sino el presente y el futuro. Esa convivencia está fundada en realidades económicas comunes, económicas, sociales y políticas que, a mi juicio, son indiscutibles”.
Es evidente que esta cita literal está más vigente que nunca. Y es que parece que si la extrajéramos de aquel discurso y la insertásemos en alguna intervención de alguno de nuestros dirigentes actuales, cobraría de nuevo su máximo esplendor. Quizá con el tiempo habrá que ver si esta definición debería reproducirse tal cual en libros de textos y en cualquier referencia histórica en España por su importancia y vigencia, así como reconocimiento de los ciudadanos de este país así como las futurasgeneraciones. Porque, desde luego, en su propia literalidad, se evidencia que la transición española, en algunos aspectos, aún no está acabada.
La definición vigente de transición, según Suárez
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