Vicente Ferrer, Nobel de la Paz

Hoy el presidente de la Generalitat tiene la oportunidad de retomar la idea de liderar, de nuevo, la candidatura de la Fundación Vicente Ferrer, al Premio Nobel de la Paz. No es la primera vez. Ya en 2011, con el apoyo del Consell de la Generalitat Valenciana y de las Cortes Valencianas, la Fundación Vicente Ferrer, con el respaldo de destacadas personalidades, optó al Premio que finalmente recayó en Ellen Johnson-Sirleaf, Leymah Gbowee y Tawakhul Karman por reivindicar el derecho de la mujer a la plena participación en un mundo en paz. En 2012 el premio fue para la Unión Europea por haber consolidado un continente sin violencia y el pasado año el galardón lo recibió la Organización para la Prohibición de Armas Químicas.

La Generalitat Valenciana siempre ha prestado un especial apoyo a Vicente Ferrer y a su Fundación, que ahora dirige su viuda Anne Ferrer . No en vano Rafael Blasco , ex conceller de Solidaridad, junto a Pilar Collado , ex directora general de Cooperación, conoció, acompañado de su hijo Moncho Ferrer , hace ahora cinco años in situ los proyectos desarrollados en India y financiados, en concreto, diecinueve, por la Administración Valenciana.

Así Vicente Ferrer ostenta la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana, a título póstumo, entre otros importantes reconocimientos como, por ejemplo, Personaje Destacado de la Historia del siglo XX por la UNESCO y la Medalla de Oro del Senado. La Fundación Vicente Ferrer no ha quedado al margen de los recortes presupuestarios dedicados a la cooperación para priorizar las políticas sociales en la Comunitat ya que no cuenta con líneas nominativas de subvenciones directas como antaño, por lo que el gesto de retomar la candidatura al Nobel de la Paz es también una manera de reconocer el apoyo de todos los valencianos a la obra del misionero durante tantos años. España, además, nunca ha tenido ni persona ni entidad que haya sido reconocido con tan importante distinción.