El Valencia noquea a un rival directo

Se rompió la igualdad numérica al cuarto de hora. Perdió Pepe Mel a uno de sus centrales. Amaya tocó el pie de lanzamiento de Soldado cuando éste se disponía a disparar solo frente a Adrián. Muñiz Fernández expulsó al defensa y decretó penalti. La expulsión fue clara. Pero el contacto fue cuestión de la polémica. Reclamaron los verdiblancos que fue fuera del área. El colegiado lo vio en la línea de la frontal. El privilegio de contar con la repetición mostró que la falta fue fuera. Lo válido, obvio, fue lo que dictaminó el juez. Soldado chutó bajo y seco a la izquierda del meta bético, al que engañó totalmente.

El Valencia, sin embargo, después de los primeros cinco minutos entre dos equipos decididos a ganar el control del duelo, cuyo botín era vital para los planes de Champions de unos y otros, comenzó a mandar con un planteamiento de mucho trabajo y presión asfixiante en la zona ancha. Ahogaron a los de Mel. Y generaron mucha actividad ofensiva, sobre todo, por su carril derecho a través de una conexión fantástica y continuada entre Joao Pereira y Feghouli. Salvo algún intento por incorporaciones de Guardado, por el ataque izquierdo local llegó poco.

Los de Mestalla llevaban el mando del juego. Serios. Bien colocados. Más enchufados por momentos que los béticos. Pero, como en otras ocasiones, les faltaba remtar la faena contra un rival en inferioridad númerica y por debajo en el resultado. Un chut de Tino Costa obligó a emplearse a fondo a Adrián. Poca incidencia tenía el cuadro andaluz en el área valencianista. Fue de falta, segundos antes del descanso, cuando Beñat (pretendido por el Valencia y desaparecido entre el triángulo Parejo-Banega-Tino Costa) buscó el empate de libre directo. Se fue fuera.

Regresó fuerte el Betis. Con diez querían revolucionar el partido. Y empezaron pronto a mostrar sus ofensivas intenciones. Beñat probó fuerte y desde la frontal. Se le fue por poco. Y luego Rubén Castro entró como un rayo por el centro del área valencianista. Mathieu intentó frenar el chispazo del goleador, jugándose la segunda amarilla, pero el bético llegó a lanzar y Alves paró. Los de Mel, eléctricos, querían plantear un duelo de idas y venidas, a sabiendas que no se le da bien a los blanquinegros.

El cuadro verdiblanco quiso y ganó el protagonismo. Y descolocó a los locales que no le encontraron el pulso al segundo tiempo hasta la entrada de Canales, pues los suyos, rotos, andaban jugando con fuego. El arreón bético, sin embargo, no fue eterno y poco a poco el duelo se fue a una fase de atasco del juego, mientras los valencianistas cogían algo de aire con el temple de Canales y recuperaban la pelota que no el control.

El Valencia logró equilibrar lo que pasaba en el verde. Y el desgaste andaluz se notó en los minutos finales cuando los de Mestalla ya eran dueños de la posesión. Canales con un centro de rosca originó la jugada desgraciada para el cuadro visitante a falta de cinco minutos. Paulao intentó cortar la trayectoria y la cosa acabó en autogol. Respiró el conjunto valenciano que había sufrido más de lo esperado en el segundo tiempo. Ya en el añadido, Jonas se abrió espacio en el área bética para hacer el 3-0 final.