Las Agustinas Descalzas dejan el monasterio de Alcoy tras 400 años por falta de vocaciones

Durante una misa que ha presidido en el monasterio del Santo Sepulcro, que regían las Agustinas Descalzas desde diciembre de 1597, cuando llegaron las primeras religiosas de esta orden fundada por San Juan de Ribera, el Arzobispo ha anunciado que el monasterio no cerrará porque se hará cargo de él una comunidad de religiosas de vida contemplativa de reciente fundación, el Carmelo Mensajero del Espíritu Santo, un instituto religioso fundado en Brasil en 1984, y que hoy cuenta con más de 200 religiosas repartidas por conventos de Brasil, Francia, España e Italia.

Monseñor Osoro ha explicado que “desde que llegué como arzobispo de Valencia sabía de las dificultades de vocaciones que, como ocurre con otras órdenes y congregaciones, tenían las Agustinas Descalzas y hablé con ellas para hacer posible que este monasterio nunca se cierre”, ya que “nació para adorar a Nuestro Señor Jesucristo y tiene una historia hecha junto a esta ciudad de Alcoi”.

El prelado ha dicho que “sé que es doloroso para muchos de vosotros y para mí también, pero más doloroso sería que el monasterio cerrase”. Sin embargo, “gracias a Dios, el Señor me está ayudando y voy intentando que no se cierre ningún monasterio, porque la contemplación eucarística es esencial en la vida”.

Además, ha agradecido el testimonio de las Agustinas Descalzas porque “Dios se acerca a nosotros también con amor y misericordia a través de lo que las hermanas dan y han dado en todo este tiempo aquí, y lo que quieren es que el milagro eucarístico siga permaneciendo en Alcoy, porque lo importante en la vida es Él, lo importante es que permanezca Él en medio de nosotros”.

Al término de su homilía, ha expresado también su deseo de que “si reforzamos la comunidad de Benigánim, puedan crecer también y abrir nuevos monasterios, siguiendo la intención de San Juan de Ribera”.