Masones por la independencia

Existen otros mundos, pero todos están en la Asamblea Nacional Catalana (ANC), esa plataforma liderada por Carme Forcadell que marca el paso al presidente Artur Mas. O quizá sea al revés, aunque se desconoce con exactitud el apoyo económico que el Gobierno catalán otorga a quienes organizan las marchas independentistas de la Diada.

Digo que todos los mundos están en la ANC porque su estructura interna es tan variada que incluye, lean bien, una sectorial denominada «Francmasones por la independencia». Lo descubro gracias a un interesante trabajo publicado por Quim Vendrell en la revista «DivÈrsia» titulado «Masonería, catolicismo y laicidad». Esta revista es editada por la Cátedra sobre Diversidad Social de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), cuyo director ejecutivo es Josep Lluís Carod-Rovira. El mismo que hace años vaticinó que en 2014 se celebraría una consulta sobre la autodeterminación de Cataluña. El ex líder de ERC se dedica estos días a recordarlo, reclamando así un reconocimiento público que, de momento, solo se traduce en cargos universitarios. Pero es justo señalar que, cuando era vicepresidente de la Generalitat, Carod creó la Comisión Cataluña 2014, no demasiado activa, hay que decirlo, pues en tres años solo organizó una exposición y presentó un par de manuales sobre ese futuro referéndum.

Coeditó el libro «La Guerra de Sucesión y Cataluña» y sus autores, ligados a la órbita de ERC, fueron obligados a escribirlo en un tiempo récord, pues de ello dependía el cobro de la correspondiente subvención. Se repartió un año después con una tirada mínima. Pero ahí queda la impronta de Carod, el visionario.

Vuelvo a la larga lista de asambleas sectoriales de la ANC, más de una cincuenta, donde además de masones, hay Esperantistas por Independencia, así como Bomberos, Policías, Meteorólogos, Pasteleros, Taxistas, Psicólogos... Reparo en el subsector denominado Inteligencia por la Independencia. Entonces la imaginación se dispara. ¿Centrales de inteligencia? ¿Espías? ¿Servicios secretos? Entiendan que exista una cierta paranoia al respecto, después de descubrir recientemente que la Generalitat había sentado las bases de un futuro «CNI catalán».

Pero no: Inteligencia por la Independencia agrupa a personas con un coeficiente intelectual por encima del 98% que quieren usar su talento en beneficio de la secesión catalana. Algunos creerán que esto es un oxímoron, que inteligencia y separatismo son incompatibles. Pero bienvenido sea el intelecto si con ello se pone sensatez al populismo de unos y las ambigüedades de otros.