Embajadas catalanas, el costoso altavoz internacional del soberanismo
Los viajes de Artur Mas a Israel y la India se suman a la acción exterior de las cinco delegaciones de Cataluña en el extranjero, cuyo presupuesto para 2014 se ha visto doblado
abc. es
Los dos viajes, prácticamente consecutivos, del presidente de la Generalitat, Artur Mas, a Israel y la India, ha vuelto a poner de manifiesto que la "diplomacia" nacionalista es parte esencial de esa agenda soberanista que, hace hoy justo un año, ... el gobierno catalán ha convertido en inamovible hoja de ruta.
Una de las piezas esenciales en ese tablero de juego son las llamadas oficinas y embajadas catalanas, pilares de la acción exterior y económica cuyo coste, en plena crisis económica y con las arcas catalanas bajo mínimos, ha disparado las alarmas. Y es que, de las 120 oficinas comerciales autonómicas repartidas por el mundo, 34 corresponden a Cataluña.
«Lejos de cerrarlas, lo que haremos es reforzarlas», ha asegurado Homs A esto habría que sumar las cinco delegaciones estrella de la Generalitat, cinco embajadas instaladas en Londres, París, Bruselas, Berlín y Nueva York que, como ya anunció el conseller de Presidencia, Francesc Homs, el pasado verano, no solo no reculan, sino que amplían sus funciones y radio de acción para abarcar también Suiza (desde la de Francia), Irlanda (desde Londres), Austria (desde Alemania) y México (desde Nueva York).
Pese a que en los últimos tiempos se han producido cambios, como el traslado de la "embajada" de Nueva York del emblemático edificio Rockefeller Center, donde el alquiler ascendía a 473.000 euros en 2011, a Lexington Avenue, la mayoría de estas delegaciones están situadas en zonas exclusivas de sus respectivas ciudades. El alquiler de la delegación en París, por ejemplo, ascendía en 2011 a 416.000 euros al año, mientras que la de Berlín llegaba a los, 60.000 euros.
En sus cuentas para 2014, la Generalitat dobla la partida destinada a delegaciones, oficinas y misión exterior -de 1,1 millones de euros en 2012 a 2,2 millones en 2014; en 2013 se prorrogó el presupuesto- pese a que el total del presupuesto dedicado a acción exterior baja de los 26,9 millones de 2012 a 16,5 millones.
El total incluye, aunque no se ha concretado, el pago a una consultora británica que asesorará a la Generalitat en materia de proyección exterior, así como el gasto destinado a Diplocat, que sintetiza las acciones diplomáticas de Cataluña en el exterior.
De hecho, Diplocat, organismo cuyo objetivo es "contribuir al conocimiento y reconocimienmto exterior de Cataluña", también ha visto duplicado su presupuesto, pasando de los 1.464.500 euros de 2012 a 2.601.000 euros en 2014.
Tan a pecho se toma el gobierno catalán la proyección exterior como altavoz del proceso soberanista que el pasado mes de marzo se anunció la aprobación de una ley para dotar a la diplomacia catalana de un marco legal y convertirla así en una "estructura de Estado".
"Si alguien tenía la ilusión de que cerraríamos alguna, lejos de cerrarlas, lo que haremos es reforzarlas. Hay una mayoría parlamentaria", ha asegurado este mismo lunes el consejero de Presidencia de la Generalitat, Francesc Homs, quien ha asegurado que ha afirmado este lunes que "cuando Cataluña sea un país independiente estará muy lejos de lo que gastan otros" en acción exterior.
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