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Mismo día y muchas marmotas

La realidad, el campanazo del despertador, era la confirmación de Bruselas de que el paraguas de la Unión Europea no tapará la sedición de la Generalitat de Cataluña

oti rodríguez marchante

CON la habitual persistencia del «tevetresismo», y con puntualidad de día de la marmota, aparece en la pantalla amiga el señor Joan Rigol cogiendo, recogiendo, modificando, pontificando, entregando o paseando (¡ese presente histórico!) un hato de folios llamado el Manifiesto por el Derecho a Decidir. ... Y llega con la misma pretensión que Bill Murray al folclórico acto de la marmota y el fin del invierno, pero habrá a quien, como a mí, la cosa les suene a lo mismo de ayer, antesdeayer, el anterior..., y así desde hace meses. Toca el despertador, y Bill Murray se levanta para acudir al día de la marmota con sus cámaras de televisión para que recojan todo lo solemne y estéril de un acto que amanece sin que la realidad despierte con él.

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