Santi Vila, el tapado taurino de Mas

Aunque me asalta la duda de si Santi Vila hubiera reconocido esa equivocación que supuso prohibir los toros si no sale a la luz su presencia en una corrida de toros en Céret. Insisto en que el caso de Vila es la punta de un iceberg, el iceberg del miedo. Sin duda no es el único alto cargo político nacionalista que es aficionado a los toros, y es que el pensamiento único ha tapado muchas bocas en defensa de la Fiesta. Es otra de las grandes equivocaciones de toda esta historia. Son muchas las personalidades políticas y sociales que han renegado de las corridas de toros por miedo a ser señalados por el sistema, y más desde el inicio de esta carrera independentista emprendida por Mas. Puede que si el Constitucional «nos echa una mano», como aseguró en su columna Joan Barril que el conseller díscolo le dijo en Céret, saldrán a luz más voces a favor de la Fiesta, esas que desde julio de 2010 se callaron y prefirieron el silencio a defender la libertad de unos aficionados que vieron cercenado su derecho a disfrutar de un pasión.

Pues eso, a ver si el Constitucional nos echa una mano, que la alegría será para muchos, hasta para algunos de los que suenan como sucesores del presidente Artur Mas... ¿a no mucho tardar?