Luz verde a la ley que permitirá a Cataluña convocar una consulta independentista

En su intervención para defender su enmienda a la totalidad, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ha cuestionado que el Gobierno catalán quiera aprobar una ley para separar Cataluña de España. Ha instado a llevar el debate donde reside la soberanía nacional, que es el Congreso. "No se puede votar todo en cualquier sitio. Las reglas del juego son importantes, si ustedes las rompen, se rompe la convivencia", ha dicho Rivera. Ha recordado que este debate se remonta a dos siglos atrás, desde la Constitución de Cádiz. "El debate es si ustedes creen en un conjunto de reinos, tribus o naciones, o un país donde todos los ciudadanos son iguales". "Ahora vienen ustedes a cargarse un país cuando lo que se necesita es arrimar el hombro", ha añadido el líder de C,s, quien ha apostado por "la unidad y la cohesión" y ha subrayado que hay más de 900.000 parados en Cataluña, mientras el Ejecutivo de CiU se dedica, ha dicho, a romper España.

Ha advertido del posible uso de la tarjeta sanitaria como censo de la consulta o de una declaración unilteral de independencia. "Estado propio ya tenemos, es España, este país hay que arreglarlo, no romperlo. No sé si otros le seguirán la corriente para luego darse cuenta de que esto es una propuesta independentista", en alusión a PSC.

La posición de Europa

Por su parte, el coportavoz parlamentario del PP, Santi Rodríguez, también ha cuestionado que el Gobierno de Artur Mas anteponga la ley de consultas a solucionar el paro que afecta a 900.000 catalanes. Rodríguez ha manifestado que el Estatuto da competencias exclusivas a Cataluña en consultas que afectan a las competencias catalanas, no para lograr la independencia. "No pueden eludir ese límite, como tampoco esconder en una ley de consultas no refrendarias, una consulta refrendaria sobre la independencia de Cataluña". En todo caso, ha dicho, es Europa la que debe decidir si Cataluña puede ser un Estado propio.

Ha negado que el PP quiera un Parlamento de juguete, como ha dicho esta mañana Mas, sino que "lo que no queremos es un Gobierno de juguete". El dirigente del PP afirma que "esta no es una proposición de ley para escuchar a los ciudadanos, sino que persigue la independencia de Cataluña. Democracia sin derecho no es más que populismo autárquico". Ha advertido al PSC que CiU "les están utilizando no para el derecho a decidir, sino para la independencia", y ha pedido a los socialistas que no den cerillas al pirómano. Ha anunciado que el PP participará en la ponencia parlamentaria para que la ley final cumpla con el Estatuto y se ajuste a las competencias catalanas. "El enemigo no es España, es la crisis ¿a qué esperamos para luchar contra eso?", ha manifestado Rodríguez.

Por parte de ERC, Gemma Calvet ha pedido a PP y C,s que "abandonen el miedo y se apunten al progreso". Considera que estas dos formaciones presuponen "mala fe" en una ley que ya se aplica en otras regiones europeas y que supone una "profundización en la democracia". "¿Ustedes creen que consultar es imponer, que se puede manipular al ciudadano?", ha preguntado la republicana, quien ha pedido que no desautoricen el concepto de participación ciudadana. "No hay reglas de juego en la democracia porque no es un juego, es una convicción".

«Poder participar»

El diputado del PSC, Ferran Pedret, ha dicho que se puede hacer una buena ley de consultas para "poner en manos de la ciudadanía un instrumento potente para que pueda participar". "Hay quien nos califica de tontos útiles, otros con condescendencia, nos tildan de ingenuos, ni una cosa ni otra. Lo que ocurre es que no hemos empezado bien y, entre unos y otros, han provocado que la ley nazca muerta en una estrategia de confrontación", ha dicho Pedret, quien ha cuestionado que esa norma se convierta en un plan B "que no saldrá bien. Si quieren forzarla para hacer lo que no se puede, acabará impugnada, o será el decreto que la desarrolla, el que acabará impugnado". Ha admitido que es poco sutil el subterfugio que supone aprobar una ley para declarar la independencia.

La portavoz de ICV, Dolors Camats, ha criticado que CiU utilice la ley con una finalidad única, pero también que PP y C,s sólo vean mala fe. "Me sorprende sus enmiendas porque esta ley es la misma que se aprobó hace dos años, con la diferencia que podrán votar mayores de 16 años, el presidente de la Generalitat y los alcaldes no tendrán derecho de veto, y se regulan otros sistemas de participación mediante foros. Entonces no presentaron enmienda a la totalidad", ha dicho. Camats cree que "tenemos una democracia de baja intensidad" y que esta ley puede mitigar esa sensación de falta de participación que supone votar cada cuatro años.

«Muro infranqueable»

El diputado de CUP, Quim Arrufat, ha acusado a PP y Ciutadans de representar "ese muro infranqueable que es la España inmovilista", pero "no se preocupen, las instituciones españoles tumbarán todo aquello que salga de este Parlamento. España siempre dirá que no a una consulta que, según los resultados de las últimas elecciones, es una reclamación ciudadana". Arrufat ha defendido "mecanismos de radicalidad democrática".

Por parte de CiU, Josep Rull, ha defendido la ley como una vía para que el ciudadano "pueda canalizar sus derechos individuales y colectivos " y se ha preguntado "¿a quién le da miedo la democracia? ¿Por qué le tienen miedo a que los catalanes voten? Aprendan de otros países con más tradición democrática, como Canadá o Gran Bretaña". Rull ha avanzado que este Parlamento articulará el marco legal para que Cataluña se exprese.

La proposición de ley de consultas populares no referendarias y participación ciudadana ha sido elaborada en el seno de una ponencia del conjunto de los grupos parlamentarios, que acabaron el 19 de marzo con la firma de CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y la CUP.

El texto regula el régimen jurídico, las modalidades, el procedimiento y la convocatoria de consultas populares que no tienen carácter vinculante. Podrán participar los ciudadanos mayores de 16 años y pueden ser convocadas por el presidente de la Generalitat, los entes locales y la ciudadanía. En este caso, es necesario el apoyo de 50.000 firmas, si la consulta es de ámbito autonómico, o de un porcentaje de entre el 5 y el 20% de la población, según el número de habitantes del municipio, si es de ámbito local. La consulta puede tener una o más preguntas, y deben ser formuladas de una forma "clara, sucinta e inequívoca".