Siberia, más cerca de Toledo

«Como ahora está de moda ser emprendedor, yo soy una antropóloga emprendedora, llevo varios años luchando por un motivo altruista y digo a la gente que no se deje llevar por el pesimismo. Hay que luchar», afirma. Incluso, a lgunas veces se puede ver a esta antropóloga polaneca paseando por Madrid con sus trajes típicos siberianos para repartir información y folletos de sus museos.

Comenzó a interesarse por los pueblos indígenas siberianos cuando estaba haciendo el Doctorado en Antropología y decidió hacer la tesis doctoral sobre algún colectivo poco conocido o estudiado. «Como a mí siempre me ha llamado la atención la parte de Siberia por la literatura, me pareció una cosa interesante», manifiesta.

El primer viaje de Carmen Arnau Muro fue en el año 1994, cuando fue a Moscú para buscar bibliografía y mapas de Siberia. Allí contactó con las universidades y otras instituciones, las cuales le proporcionaron información al respecto. Sin embargo, su primera expedición por tierras siberianas se produjo en 1997.

La intención de la antropóloga, en un principio, era hacer una única expedición para sacar la información necesaria para su tesis doctoral. Pero, asegura que allí descubrió una diversidad increíble de la que no se sabía nada y encontró pueblos diversos con diferentes idiomas y culturas, que le llevaron a volver en años siguientes. Así, hasta completar 18 viajes, aunque confirma que ya se encuentra preparando los próximos.

Todo el material que ha ido recopilando en sus expediciones por Siberia le ha servido para escribir varios libros y textos sobre estos pueblos indígenas. Además, explica que para divulgar mejor este conocimiento tomó la decisión de crear los museos de Las Ventas con Peña Aguilera y Polán, así como conferencias y la creación de tres páginas web ( www.carmenarnaumuro.com, www.etnomuseosiberia.org y www.fundacioncarmenarnaumuro.org) .

En todos estos años de compromiso científico, la antropóloga polaneca también se ha ido encontrando con necesidades de tipo humanitario. Para ello ha creado una fundación con su nombre, con un 75% dedicado a la divulgación y el 25% restante está destinado a ayudar a colectivos de estos pueblos indígenas siberianos. Estas ayudas tienen tres ramas: niños abandonados o huérfanos, ancianos y alcoholismo, «un problema muy endémico entre estas poblaciones», según reconoce.

La antropóloga polaneca define a estos pueblos como «hospitalarios, afables y tolerantes». Por eso, la Fundación Carmen Arnau Muro tiene como objetivo principal dar a conocer la forma de vida de estos habitantes de la estepa, la taiga, la tundra, las zonas árticas o alpinas . En estas regiones viven pueblos cazadores, recolectores que tienen todavía ancenstrales tradiciones nómadas, seminómadas o que han sido sedentarizados, y que conservan su sistema de creencias basado en el animismo y chamanismo siberiano con influencias cristianas o budistas según la parte de donde sean.

El etnomuseo situado en Las Ventas con Peñaguilera se encuentra en una finca de 4 hectáreas propiedad de Carmen Arnau Muro y está abierto los sábados de 11.00 a 18.00 horas y los domingos de 11.00 a 14.00 horas. En este espacio se recrean cuatro entornos básicamente ecológicos: la tundra, la taiga, la estepa y la zona alpina, cada uno con sus construcciones propias representadas en el museo.

Por otro lado, está el Museo Etnográfico de Polán de 120 metros cuadrados, que es más convencional y dispone de vitrinas con instrumentos musicales, trajes, objetos, mapas, fotos y materiales audiovisuales. Además, hay una exposición de artesanía con corteza de abedul y una amplia bibliografía sobre los distintos trabajos realizados sobre los pueblos indígenas de Siberia. El horario de este museo es solamente los viernes de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 20.00 horas.

Entre los objetos más destacados de las muestras que contienen estos museos, ambos gratuitos, Carmen Arnau Muro destaca un plato y un cuenco artesanales hechos a mano de más de 250 años, así como elementos rituales para la sanación.