Dos centros de Valladolid galardonados

Carmen Ríos, su directora desde el año 2006 (lleva en el centro desde el 2000), explica que el premio les ha dejado «un poco desbordados» por la atención que se les está prestando, pero que para un centro como el suyo, en el medio rural y que recoge «a todo tipo de alumnado», incluido el de un centro de protección de menores, «es una satisfacción muy grande», ya que «nuestra labor, por ese amplio espectro de alumnos, es que haya una educación normalizada y además innovadora».

Ríos tampoco olvida que «este premio es una recogida de resultados del esfuerzo de muchos años» y que «sin el claustro de profesores no hubiera sido posible sacar esto adelante».

La primera «pata» en que se asienta su proyecto «Piña 3.0: Prensa, radio y televisión en la escuela», que ha sido galardonado en la modalidad A de «Uso de Tecnologías Aplicadas a la Educación», surgió de la creación de un blog «que fomentara la lectoescritura y la expresión oral y escrita, así como la comunicación de los niños con el entorno del pueblo», a partir de la adaptación a los nuevos tiempos digitales del antiguo periódico escolar, transformado en la web estandarizada que les ofrece la Consejería de Educación de Castilla y León. «Los niños escaneaban los trabajos y luego se colgaban en la web, tras lo cual, los padres los comentaban», detalla. A partir de ahí, empezaron a trabajar con medios audiovisuales y semanalmente, un curso de Primaria realiza un programa de radio, «Charlar por charlar», en el que trabajan sobre todo tipo de contenidos. Posteriormente, esas grabaciones las cuelgan en la plataforma Ivoox.

Además, mensualmente elaboran un telediario que vuelcan en un canal de Youtube y en el que se pueden encontrar 525 vídeos a partir de los cuales se muestra el trabajo diario en el centro y se incluye un noticiero mensual.

Todo este trabajo es supervisado por sus maestros, pero la participación de los padres también es muy activa en estas y otras actividades que programan en el «Tierra de Pinares», como la novedad de este curso, la «Bibliopini», a través de la que se lanzan «retos» que tienen que ver con la lectura.

Carmen Ríos destaca la relevancia de estas actividades para mejorar la expresión oral de los escolares, ya que «se ha pasado de contar cuentos y que sólo lean a que los niños de sexto de Primaria vayan a exponer fábulas a los de Infantil». Eso, a su juicio, está haciendo subir el rendimiento académico porque «sin tener sentimiento de esfuerzo, hacen un trabajo cien veces superior que si les pides hacer una tarea u otro trabajo», a la vez que observan que son emprendedores «y se les ocurren ideas» para hacer tareas como un powerpoint.

La misma motivación se está demostrando en los alumnos del IES Delicias, el otro centro premiado por el proyecto «Aplicaciones de los avances de la psicología cognitiva y la inteligencia emocional a la mejora de la competencia en lectoescritura y audiovisual». Su directora, Rosa Díez, comenta con satisfacción que «ser reconocidos con este premio es muy importante por lo que supone de reconocimiento al trabajo realizado y sin olvidar la gratificación, que nos viene muy bien en tiempos de crisis», a la vez que se muestra «orgullosa como directora de tener un profesorado que se anima a trabajar en proyectos nuevos y que se ilusiona en buscar nuevas metodologías, de tener un personal que no es profesorado sin el que no podríamos haber logrado esto, pero también de tener unos alumnos y unos padres que nos han seguido».

El proyecto partió de «que nos dimos cuenta de que para llegar a la excelencia educativa hay que buscar otra vía de acercarte a los alumnos y esta es la emoción y la lectura», afirma Díez, y añade que «hicimos una reflexión para ver qué hacer para mejorar los resultados académicos y para que los alumnos entendieran el estudio como algo importante para su propia vida».

A través de los avances de la psicología cognitiva y de la inteligencia emocional diseñaron un proyecto en el que se han realizado ocho experiencias integradas en un plan de lectura, una de las cuales se centró en una actividad experimental en la asignatura de Lengua y con la que han comprobado que los resultados académicos mejoraban de la primera a la última evaluación.

También dedicaron tiempo a la «lectura eficaz» y que los alumnos sean capaces de leer rápidamente y comprendiendo lo que leen. Celebraron el Día del Libro, programaron concursos, diseñaron camisetas y recordaron que la Real Academia de la Lengua celebraba el curso pasado sus 300 años de historia.

A la vez, trabajaron la lectura en formato digital y el desarrollo de textos desde el juicio crítico y la creación de discursos, actividad esta que les llevó a participar en un programa sobre Oratoria impulsado por la Consejería de Educación y por el que los alumnos aprendieron a hablar en público.

Desde su Bachillerato de Artes relacionaron palabra e imagen y reformaron su antigua biblioteca para dejar a la vista los libros más atractivos para los alumnos y planean hacer «sendas de la memoria» que atraigan a los estudiantes hasta los libros.

Rosa Díez dice ser consciente de que «esto no es un trabajo que dé resultados en un curso», sino que va a tener una continuidad en el tiempo porque «los alumnos cambian y la sociedad cambia», como lo hace la forma de acercarse los estudiantes a la enorme cantidad de información actual.