Diez lugares para enamorar a tu pareja
ABC.ES te recomienda algunos de los sitios más románticos de Castilla y León
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12345678910Los Cuatro Postes (Ávila)
Ávila a sus pies, o usted a los suyos, según se mire. La conocida ciudad amurallada de Castilla y León deja de tener secretos desde el monumento de Los Cuatro Postes. Un sitio ideal para disfrutar en pareja por su tranquilidad y sus vistas envidiables.
El monumento abulense no ha pasado inadvertido para poetas como Juan Antonio Lázaro, quien inspirado por él escribió estos versos:
«Desde los Cuatro Postes
Ávila sueña
y en su sábana blanca
se despereza».
El Pozo Azul de Covanera (Burgos)
Los manantiales de película no sólo están en América, también en Castilla y León. El Pozo Azul de Covanera, al sur de la Cordillera Cantábrica, es un claro ejemplo de ello. Este manantial de ensueño esconde bajo su superficie una de las galerías subacuáticas más largas y misteriosas del mundo. Tanto es así que sus infinitos pasadizos y sus 70 metros de profundidad atraen a cientos de buceadores cada año.
Bienvenida sea su agua limpia y cristalina, su fauna y todo lo que la imaginación pueda crear en un sitio como este. Enamórense otra vez.
Orbaneja del Castillo (Burgos)
¿Quién no ha oído de pequeño que «la magia y las hadas existirán hasta que dejemos de creer en ellas»? Esta y otras muchas historias sobre bosques encantados y criaturas varias cobran sentido en Orbaneja del Castillo. La localidad burgalesa pertenece al Valle de Sedano aunque roza el límite con Cantabria.
Lo más singular de la zona es la enorme cascada que atraviesa el pueblo y las pozas turquesas que se forman a merced del desgaste y el tiempo. Si existieran las criaturas mágicas, este sería sin duda un pueblo con duende.
El Faedo de Ciñera (León)
«Tú y yo somos dos tablas que alguien cortó en el bosque a un árbol milenario» (Gonzalo Rojas). Según cuentan, hay amores que son eternos y el Hayedo de Faedo, un bosque de «5 estrellas» situado en la Montaña Central Leonesa, confirma la unión entre amor y eternidad.
Su joya más querida es un haya de nada menos que 5 siglos de antigüedad con una forma tan extraña que le ha hecho formar parte de «Árboles, leyendas vivas», un libro que recoge los ejemplares más curiosos y enigmáticos de la península. Atrévanse a descubrir sus encantos.
Mirador de Autilla (Palencia)
No encontrarán un lugar más románticamente castellanoleonés que este. El Mirador Tierra de Campos o de Autilla, que es como se le conoce popularmente, está situado en la parte más baja de Autilla del Pino, a 9 kilómetros de la capital.
Desde este mirador se puede disfrutar del particular «mar de la meseta». Un espacio inmenso de cosechas, terrenos sembrados y huertas que hace las delicias de los más apegados a los campos de Castilla y León.
Candelario (Salamanca)
Salamanca nunca dejará de sorprendernos con sus encantos; uno de ellos se llama Candelario. Este pequeño pueblo de montaña está ubicado en la sierra de Béjar, una de las comarcas con más encanto y mayor carga histórica de la Comunidad. Sus casas y calles de orígen medieval encandilan a cualquiera que le guste sentirse rodeado de sierra y nieve.
Las tradiciones y fiestas de la villa también son dignas de mención pero «hasta aquí puedo leer». Descubrir más sobre ellas está en sus manos, enamorados.
Pedraza (Segovia)
Un día: sábado. Un mes: julio. He aquí la clave para vivir una noche mágica y muy muy romántica en esta villa amurallada de la provincia de Segovia. Los dos primeros sábados de Julio, habitantes y visitantes decoran cada rincón del pueblo con miles de velas. Así, la noche no es noche. Es magia.
Piedra, ambiente medieval, sierra y buena gastronomía. Pedraza es un pueblo que se deja querer.
Laguna Negra (Soria)
Los Picos de Urbión sorprenden entre otras cosas por sus numerosas lagunas de origen glaciar. Una de las más emblemáticas es la Laguna Negra, en la provincia de Soria. El principal atractivo turístico de la sierra está rodeado y protegido por grandes bosques de pinos y hayas, hogar de multitud de especies como el corzo, el jabalí o el lobo.
Ya lo decía el Antonio Machado más misterioso: «La Laguna jamás devuelve lo que se traga», y es que esta maravilla soriana ha sido fuente de inspiración de películas, romances y por supuesto, leyendas. ¿Tiene o no tiene fondo?, ¿es verdad que un ser aterrador habita en sus profundidades? Ella y sus secretos. Sus secretos y Ella. La Laguna Negra creará una atmósfera tan enigmática y un ambiente tan sobrecogedor que lo recordará vaya donde vaya. Es su don.
Campo Grande (Valladolid)
Las buenas lenguas dicen que el Campo Grande es el pulmón verde de Valladolid o el Retiro pucelano. Y sí, puede que tenga algo de ambos. Este parque tan conocido en la ciudad se encuentra situado en pleno centro, a escasos minutos de la Plaza Mayor.
Su principal atractivo es la nutrida presencia de pavos reales. Pueden encontrarlos en las copas de los árboles, paseando a su lado o escondidos entre la vegetación. Sus tonalidades son los colores del Campo Grande y hacen sombra a los de las decenas de especies arbóreas que poblan el parque. Este lugar es la mejor oportunidad para desaparecer y respirar naturaleza en Valladolid.
Lago de Sanabria (Zamora)
Los amantes de la inmensidad, de los paisajes inabarcables para los sentidos, tienen parada obligatoria en el zamorano Lago de Sanabria. Como otros lagos de la península, este tiene origen glaciar. Sin embargo, lo que le hace único son sus grandes dimensiones.
Un lugar ideal si lo que quieren es respirar paz y tranquilidad en compañía de su pareja o disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.