El PSCL «REVIENTA»
«La bicefalia ha sido terrible»
La división en el PSCL se recrudece tras la dimisión de la mayoría de la Comisión Ejecutiva. La mayoría de las provincias avalan a López, «atacado» por Ávila, Burgos y Palencia
J. M. AYALA
La evidente y brutal división que el pasado viernes «reventó la Ejecutiva del PSCL no hizo sino recrudecerse este sábado cuando unos y otros –ya sin nada que esconder una vez demolida la Comisión Ejecutiva por los «lopecistas»– mostraron con sus declaraciones airadas que la ... reconciliación en el Partido Socialista de Castilla y León puede necesitar algo más que un Congreso Extraordinario y unas primarias para que sea una realidad. La «resaca» tras el golpe de mano del número 3 del PSOE para forzar el adiós de Julio Villarrubia como secretario general fue de aúpa.
Desde Ávila, Burgos y Palencia, sus «barones» no se ahorraron adjetivos para definir el «movimiento» de López como «indecente», «inmoral» y «vergonzoso». Sin embargo, fueron más los territorios que justificaban la decisión de derrocar a Villarrubia ante los problema de una bicefalia que ha sido «terrible» para los intereses del partido. En este lado de la trinchera aparecen provincias como León, Zamora, Valladolid, Segovia y, con matices, Salamanca, cuyos líderes admiten que no se ha dado «una buena imagen» pero miran ya al futuro con optimismo y con el deseo de que la militancia «se pronuncie cuanto antes». Además, para darle más recorrido a la crisis, colaboradores cercanos de ambos líderes se intercambiaban acusaciones de «deslealtad» y «personalismos», atribuidos a López, y otras como «arcaico», «sectario», «bestial» y «brutal», en referencia a Julio Villarrubia.
Entre los que ha defendido esta crítica figura la dimitida vicesecretaria general de PSOE de Castilla y León, Ana Redondo, quien señaló expresamente que la gestión del también diputado ha contribuido a acentuar una «bicefalia tremenda que ha sido demoledora» para los intereses del partido.
Otros dirigentes, que han preferido el anonimato, han hablado de la «actitud brutal y sectaria» de Villarrubia y de que a pesar de arrancar su andadura con casi el 100% de apoyos en el congreso del que salió elegido «ha ido enfrentándose internamente a todos» hasta que una «parte mayoritaria» del partido se ha «hartado» de su actitud.
En medio de estas dos posturas irreconciliables hay otras como la del secretario provincial del PSOE de Burgos, Luis Tudanca, que arremetía contra ambos líderes al asegurar que «ni López ni Villarrubia han demostrado tener lo que ahora necesitamos», por lo que les aconsejó que «deberían dar un paso atrás» y no presentarse como candidatos ni a la secretaría general ni a las primarias.
Entre los que también se pronunciaron, pero más «parcialmente», figura Antonio Plaza, líder de los socialistas zamoranos, quien quiso recordar que los miembros de la Ejecutiva que han dimitido son los que el propio secretario autonómico «había nombrado». «Le ha obligado a dimitir la misma gente y equipo de trabajo del que se había rodeado en el Congreso del PSOE», el secretario general del PSOE de Ávila, Tomás Blanco –cuya ejecutiva también está en suspenso por la dimisión de la mitad más uno de sus miembros– consideró que «la estrategia» utilizada –«la misma que conmigo»– por el también portavoz en las Cortes es «una felonía inmoral propia de un clan de yuppies encabezado por Óscar López», que han llevado al partido «a esta situación arcaica demostrando que les da igual el PSOE con tal de quedarse en el poder». «El futuro se presenta mal, pero hay que tirar adelante», confió Blanco, quien entendió que los militantes y ciudadanos «deban estar indignados». «Ahora mismo, les daremos hasta asco», sentenció.
Mientras, el expresidente de la Junta e histórico dirigente socialista Demetrio Madrid aseguraba que no está decantado por una de las partes en la lucha interna surgida en el PSOE de Castilla y León, sino que está «molesto» con la situación creada, que es «incómoda, inconveniente y no deseada».
«Sorpresa» en el PP
Mientras, el secretario general del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, tras reconocer que se trata de una «situación sorpresiva», deseó que los socialistas logren cerrar «un liderazgo claro» para su formación tras esta crisis y que «no cierren las heridas en falso, porque sería perjudicial para todos». El dirigente popular quiso dejar claro que efectúa estas declaraciones «desde el respeto, porque entendemos que la vida interna de los partidos corresponde a los propios militantes» y deben ser éstos, dijo, «los que encuentren en este camino un liderazgo claro con ideas y aportaciones personales, algo que en estas décadas siempre había hecho el partido ofreciendo estabilidad a Castilla y León y a España».
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