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Los pueblos «raros» de Castilla y León, «orgullosos» de su nombre

Este domingo Castrillo Matajudíos someterá a votación popular el cambio de denominación del municipio. Otros como Rábanos, Guarrate o Villarmuerto defienden su denominación

Los pueblos «raros» de Castilla y León, «orgullosos» de su nombre abc

david alonso

25/05/2014
Actualizado a las 20:10h.

Este domingo, aprovechando la llamada a las urnas de las elecciones europeas, el municipio burgalés de Castrillo Matajudíos someterá a votación popular entre sus 56 vecinos si cambian el nombre del pueblo. La iniciativa nace con el objetivo de subsanar el error de un ... escribano que confundió la «o» por una «a» en 1637, para ello, se han propuesto dos nuevas denominaciones: Castrillo Motajudíos o Castrillo Mota de Judíos . Sin embargo, no es la única localidad de Castilla y León que tiene un nombre «peculiar». En los 2.248 municipios que componen la Comunidad podemos encontrar cientos de ejemplos como los casos de Villarmuerto y Moriscos en Salamanca; Cazurra y Guarrate en Zamora o Los Rábanos en Soria.

Castrillo Matajudíos busca su nombre perdido

Sin embargo, a diferencia de Castrillo Matajudíos, estos enclaves rechazan cambiar su nombre, del que todos se muestran «muy orgullosos». En algunos casos, como en Moriscos, su alcalde, Jesús Manso, asegura que «nos gusta y presumimos de ser morisqueños». Además, recalca que «nunca» se ha planteando la idea de cambiar el apelativo de este municipio de 300 habitantes. Una opinión que comparte el edil de Villarmuerto, Alfredo Jesús, también en tierra salmantina, que reconoce entre risas que el nombre «tiene guasa» y que los visitantes «lo comentan». Al igual que en Moriscos, Alfredo, apunta que «no se ha tratado» la posibilidad de dejar de ser «villamuerteños», y señala que no «son los únicos» con una denominación «peculiar» porque tienen como municipio vecino a Villagordo.

«Rabanizos, cazurreños y guarrateños»

Este orgullo por lo diferente también se siente en Los Rábanos, Soria, que llevan con honra el ser «rabanizos», insite Marta, de la Casa Rural La Hortelana. «Mi padre es rabanizo y todo el mundo le conoce así fuera del pueblo y está muy orgulloso», comenta la joven.

Una posición que coincide con la del alcalde de Cazurra, Juan Carlos Casas, que, al igual que sus compañeros, destaca el «orgullo» con el que llevan ser «cazurreños». «De entrada puede sonar raro, pero no nos hemos planteado cambiarlo, es más, cuanta más edad tenemos, más orgullosos estamos», apostilla sonriente, el edil del municipio zamorano que reconoce con humor que aunque la palabra «cazurro» se puede asociar a «bruto o terco», este pueblecito de 82 habitantes cuenta con «importantes adelantos tecnológicos» como una antena de wi-fi gratuito para toda la localidad.

Por último, desde Guarrate, Francisco Hernández, que señala que el nombre de este es herencia árabe, reconoce que aunque «suena un poco raro», la gente de este pueblo zamorano «está contenta». «Somos guarrateños, y orgullosos», concluye. En definitiva, municipios que no se esconden cuando son preguntados por su nombre y que celebran su «peculiaridad» sin importar como suene o lo que opine la gente.