Las mejores expectivas se dejan notar en el sector turístico, que prevé un 90% de ocupación

La Semana Santa es el momento álgido de la hostelería en algunas capitales de provincia. Es el caso de Segovia, detalla su máximo representante, Julián Duque, quien espera una «alta ocupación». Dos factores juegan a su favor. Desde Navidad no ha habido ningún puente y la Semana de Pasión se celebra bastante tardía. «Creo que llegaremos al cien por cien en hoteles, sobre todo el Viernes y Sábado Santo», apunta. El crecimiento será progresivo. «El jueves estaremos todavía entre un 40 y un 60 por ciento de ocupación y el momento álgido llegará en los días sucesivos». «Optimista por naturaleza», considera que, aunque sigue siendo una «época complicada», comienza a vislumbrarse «una mayor alegría».

También lo cree el presidente de la Federación de Asociaciones de Turismo Rural de Castilla y León (Acaltur) , Luis Rodríguez, donde manejan unas previsiones más optimistas que el año pasado. «En 2013 la Semana Santa fue bastante floja por varias circunstancias. Primero, porque hizo muy malo, y luego, porque se celebró muy pronto y la gente se animó a viajar menos».

A la espera del comportamiento de la climatología -se prevé que las nubes lleguen en el ecuador de la semana-, por el momento el sector ha percibido un crecimiento del 10 por ciento en las reservas respecto al año pasado. «Ahora mismo estaríamos hablando de entre un 60 y un 70 por ciento de ocupación, pendientes aún de las reservas de última hora. A ver si podemos llegar hasta un 75-80 por ciento, que sería extraordinario porque el año pasado no se alcanzó el 50 por ciento». El repunte de esas reservas de último momento dependerá de cómo se comporte el tiempo.

El presidente de Acaltur cree que el turismo es uno de los primeros sectores donde se refleja la recuperación del consumo, máxime en una comunidad como Castilla y León, líder en el sector junto a Navarra - cuenta con más de 1.200 establecimientos -. Por lo pronto, están sintiendo los primeros síntomas: «Estamos notando que la mayoría de las reservas están siendo para tres noches, algunas hasta cuatro, cuando el año pasado se quedó como mucho en dos».

Pasada la Semana Santa se verá si supuso realmente un punto de inflexión, ya que las pernoctaciones siguen siendo el principal caballo de batalla del sector turístico en la Comunidad -en 2013 cayeron un 8,4 por ciento-. Por lo general, la gente que aún se lo puede permitir no ha renunciado a salir, «pero recorta la estancia media», confirma el presidente de los empresarios hoteleros de Valladolid, Francisco Javier de Frutos. Prevé que la estancia media en la capital vallisoletana estos días sea de «dos o tres noches». «A efectos de los negocios, está mal llamarlo Semana Santa. Estaríamos hablando de tres días santos. Nuestro gran reto es ampliarlo, pero todavía no se dan las condiciones adecuadas. Esperemos que un día podamos hablar de tres-cuatro noches de estancia media».

Más difícil en cuanto a pernoctaciones lo tienen otras provincias como Segovia. La cercanía a Madrid juega en su contra. Por ello, Julián Duque considera importante iniciativas como la «Semana de tapas por Castilla y León», impulsada por la Consejería de Cultura y Turismo y los propios hosteleros para los siete días posteriores a este periodo festivo, cuando en algunas comunidades autónomas siguen con vacaciones escolares. A su juicio, propuestas como ésta suponen un aliciente para quedarse unos días más en Castilla y León.

Aunque cualquier iniciativa para la recuperación del sector es bien recibida, Francisco Javier de Frutos sí cree que por primera vez en varios años están notando «una ligera alegría». «Al menos, no se ve es un descenso. Esperemos que esa leve mejoría se vaya consolidando con el paso del tiempo».

A juicio del empresario hotelero, pese al vapuleo que ha supuesto para el sector la crisis, la Semana Santa en Valladolid «goza de buena salud. Su imaginería es admirada en toda España y devotos visitan cada año la ciudad». Por ello, opina que la ocupación será «similar» a la del año pasado: «El lunes y el martes rondará el 50 por ciento; el miércoles, entre un 75 y 80 por ciento; el jueves y el viernes en torno al 95 por ciento, y el sábado, volverá a descender hasta el 75-80 por ciento».

En León, la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional -rango que comparte con otras siete de la Comunidad- siempre es la más fuerte del año. Por ello, y mirando aún al cielo, se espera que durante el Jueves y Viernes Santo la ocupación alcance el cien por cien, detalla el presidente de los hosteleros leoneses, Pedro Llamas. Un par de noches, «tres como máximo», es la estancia media, y aunque, según el empresario, en este periodo festivo «no funciona mucho la última hora», es cierto que «cuando llegan las cancelaciones como consecuencia de la climatología se vuelven a poner habitaciones en el mercado a mitad de precio».

Tanto en Burgos como en Salamanca, sí que confían en el tirón de última hora. «En principio, las perspectivas son buenas. El Viernes y Sábado Santo prevemos que la ocupación ronde el 80-85 por ciento y esperamos que al principio de la próxima semana lleguen todavía más reservas», apunta desde Burgos el máximo responsable de los hosteleros, Ricardo Garilleti. En opinión de su homólogo en Salamanca, Alain Saldaña, «las reservas del último momento están muy acorde con la sociedad española y al final esa impronta redunda en que cubrimos objetivos». Hasta el viernes, entre un 25 y un 30 por ciento de las plazas hoteleras permanecían libres, aunque si se cumplen las previsiones y la Semana de Pasión se comportan de manera similar al año pasado y el anterior, la ocupación irá creciendo hasta alcanzar entre el 90 y el cien por cien de cara al Jueves y Viernes Santo. Al igual que en León, la estancia media será de dos días y, aunque Salamanca es uno de los principales reclamos en Castilla y León para el turismo internacional, «la ocupación de estos días es cien por cien nacional».

Acaparar turistas internacionales es uno de los principales retos de la Consejería de Cultura y Turismo de la mano de Turespaña. Hasta ahora, sobre todo en los alojamientos rurales, su presencia ha sido «casi testimonial», confirma el presidente de Acaltur, para quien este sector tiene todo el viento a su favor para acaparar visitantes extranjeros: «No es un turismo estacional y en cada época del año tiene su encanto».