política
«Exportar» Castilla y León a Europa
Con Alicia García y Rosa Valdeón al frente, el PP autonómico basará la campaña del 25-M en defender el modelo regional como ejemplo
isabel jimeno
Inmersas ya en plena vorágine preelectoral de cara al 25 de mayo, la coordinadora de campaña, Alicia García, y la responsable del programa regionalizado del PP de Castilla y León, Rosa Valdeón, demuestran durante esta entrevista conjunta con ABC que llevan muchas horas de trabajo ... en común. Hasta ahora, más de labor interna y en «coordinación» constante con las nueve provincias, indispensable en una Comunidad tan extensa como ésta. «A medida que avance el tiempo», los ciudadanos notarán también en la calle que llega una cita con las urnas.
Es momento de decidir la nueva configuración del Parlamento Europeo, pero este año si cabe más que nunca son unos comicios que se juegan en casa. Y en esa cercanía es donde se van a volcar los populares de la Comunidad, que desde la próxima semana echan a rodar y organizarán actos sectoriales recorriendo la región. Una «presencia en el territorio» en la que, con el presidente autonómico y de la Junta, Juan Vicente Herrera, a la cabeza, tendrán un papel clave los consejeros, «con la idea de poner de ejemplo la gestión y el modelo de Castilla y León frente al modelo socialista andaluz, que es el que propone el PSOE», señala García. El aval del informe PISA que demuestra que «Castilla y León educa bien y el modelo socialista andaluz, no», el sobresaliente en dependencia y el pódium en el barómetro sanitario son los datos que abanderarán, sin olvidar los «casi 15 puntos» de diferencia en tasa de paro con Andalucía. «Si tuviésemos la misma, tendríamos 160.000 parados más», resalta la también coordinadora regional del partido. Objetivo: dejar claro que el modelo de Castilla y León es el que «hay que exportar a Europa y no el socialista».
Eso sí, por el momento sin rostro castellano y leonés definido. Del candidato, por ahora, ni mutis. «No se sabe», señalan casi al unísono sobre la fecha, a la espera de los dictados de Génova. Restan importancia al nombre. «No es el debate de las personas o el candidato. Es hablar de lo que interesa a los ciudadanos y, en este caso, de la incidencia que las políticas europeas tienen en los ciudadanos. Es el mensaje que tiene que dar el PP y que daría teniendo un candidato u otro», recalca Alicia García. «El candidato tiene que defender en Europa la postura que hemos consensuado entre todos y da igual el nombre. Si no se la creyera, no sería candidato», apostilla Rosa Valdeón.
—¿Y por qué se da tanta importancia ese nombre?
—Alicia García: Tampoco creo que se dé tanta.
—Rosa Valdeón: El morbillo del rumor.
—A. G: Teniendo candidato el PSOE nos está haciendo la campaña a nosotros con sus ideas de exportar el modelo socialista andaluz a Europa.
—R. V.: También está la cultura de la imagen. Parece que si no pones cara... Pero el mensaje del partido está clarísimo para cualquier candidato.
Y ese rostro todavía indefinido, así como el resto de los cargos, afiliados y militantes del PP ya tienen deberes. Deberá hacer un «esfuerzo pedagógico» y «poner ejemplos de la importancia de las políticas europeas en el día a día de los ciudadanos, porque «queda, queda mucho» por hacer para que comprendan la relevancia de la instituciones comunitarias. Claro que en esta tarea, García y Valdeón también piden que se implique ese gigante para muchos desconocido, indefinido y lejano, pero clave y foco de todas las miradas en estos años de crisis en los que sus palabras han sido órdenes.
«No sólo los políticos» deben trabajar para dar a conocer Europa, pide Valdeón. García pone el acento en transmitir desde los territorios el papel de Europa que, por ejemplo, en Castilla y León «nos ha ayudado a converger». «Y eso –añade– también es por mérito de la gestión de esos fondos desde la Comunidad». «Debemos movilizarnos en ese sentido, explicar desde el territorio porque, quizá, los ciudadanos vean más lejos las instituciones europeas».
Cambiar la tendencia
Una lejanía que se demuestra en la elevada abstención que casi siempre ha caracterizado a estas elecciones y contra la que desde el PP de Castilla y León tratarán de luchar a través de «esa pedagogía de explicar la importancia que tienen las políticas europeas en los ciudadanos en la vida diaria y conseguir una reacción». «Es que es muy importante que no se queden en casa», subraya García, ya que las políticas del Gobierno de Mariano Rajoy que «han conseguido, con el esfuerzo de todos, sacar a España de la recesión más grande de la democracia, tienen que tener una continuidad en las políticas europeas y, por lo tanto, el PP tiene que ganar estas elecciones», señala la coordinadora de campaña. «Además, sería preocupante que la participación obedeciera a otras causas como la desconfianza en las instituciones o en los dirigentes», añade Valdeón, convencida de que las «instituciones son necesarias y no podemos dejar que determinados aspectos absolutamente deleznables manchen lo que es una actividad tan honrada como ejercer la política, mucho más transparente que otras».
Conscientes de que «el desencanto con la política existe porque lo dicen las encuestas y te lo dicen en la calle», confían en que los ciudadanos sepan valorar y reconocer en las urnas el trabajo del PP por sacar a España de la crisis sin haber tenido que acudir al rescate. Por eso, García apuesta por «ser capaces de cambiar en estas elecciones, de cara a las próximas, esa tendencia» y hacer ver que cuando «se han tenido que hacer cosas muy duras» era «porque había que atender lo urgente» y ahora ya «no se habla» del rescate que amenaza a Rajoy cuando llegó a La Moncloa. «Los únicos –señala– que hasta ahora hemos sido capaces de sacar a España de la crisis ha sido el PP y un Gobierno del PP. Y eso también debemos explicarlo y quiero entender que los ciudadanos nos respalden porque también han sido parte de ese trabajo».
También Valdeón aporta su dosis de optimismo sobre el apoyo ciudadano el 25-M. A su «favor», que durante los años de «decisiones duras» el mensaje desde la oposición «era que peligraban los servicios esenciales y que nos habíamos cargado el estado del bienestar. Y ahora mismo los ciudadanos saben que no». «Eso quizá –apostilla– es una prueba de que nos han estado amenazando como el coco, y ahora pueden ver que lo esencial no ha cambiado».
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