La autopsia confirma que la niña de Treviño murió por septicemia

La grave complicación de la varicela no fue detectada por los servicios de Urgencia de Pediatría de Txagorritxu en las pruebas realizadas a la pequeña, de tres años y medio, que había sido llevada por los padres el domingo por la tarde ante el cariz que tomaba la enfermedad, diagnosticada días antes. La familia volvió a su casa en La Puebla de Arganzón por la noche. Los hechos se precipitaron durante la mañana del lunes, cuando la madre se dio cuenta de que Anne había empeorado. Tras una serie de llamadas cruzadas con el 112 en las que la familia pidió una ambulancia, la pequeña fue finalmente llevada por sus padres en su vehículo a Txagorritxu, donde murió tras resultar infructuosos los intentos de reanimación de los médicos.

Distintos expertos consultados coincidieron en que, en estos casos, «desgraciadamente, no se puede hacer nada por salvar la vida de la niña». El consejero de Salud del Gobierno vasco, Jon Darpón, rechazó ayer realizar «juicios de valor» en torno a lo ocurrido y pidió esperar a las conclusiones de la investigación abierta por su departamento. El expediente informativo, que podría conocerse este fin de semana, deberá valorar si ante la virulencia del caso la respuesta médica previa en Urgencias y la de la facultativa que atendió telefónicamente a la madre fue la más adecuada al desechar una ambulancia y enviar a la médico de guardia de Treviño que, cuando llegó a La Puebla de Arganzón, casi media hora después de la primera llamada, se encontró con que la pequeña ya había sido trasladada por los padres al Hospital Txagorritxu.

Mientras, el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago Juárez, lamentó que se haya «hablado demasiado» y dijo que le había producido «vergüenza» y le parece «miserable» que se haya podido utilizar algo tan grave para descalificar «el modelo territorial que nos dimos todos en la Constitución».