tragedia en burgos
«Imagínate perder a tu madre, dos hermanas y tres sobrinos»
La familia rota por el siniestro, muy conocida en Gijón, regenta el hotel Ermita de Deva
olaya suárez
Los seis fallecidos en el incendio de Tordómar –abuela, dos hijas y tres nietos– forman parte de una familia muy conocida en Gijón vinculados a la parroquia de Deva, donde regenta el hotel Ermita de Deva. María José Medio Bozmediano, de 59 años, era ... la abuela de la familia. Era enfermera y trabajaba en la Casa del Mar, un centro de salud gijonés. Su hija María, de 36 años, trabajaba como profesora en el colegio Virgen Reina y la pequeña, Almudena, se encontraba actualmente en paro tras haber trabajando varios años en una constructora, además, tenía un negocio de diseño de ropa infantil. Los tres menores fallecidos son sus hijos.
En la casa también se encontraba la hija pequeña de María José, Lola, y los maridos de las tres hermanas, así como los otros niños. Se habían reunido para celebrar el cumpleaños de la abuela. «Eran una piña y fallecieron como tal; es una desgracia imposible de superar». María José Medio Bozmediano le había regalado a su familia por Reyes un fin de semana en una casa rural a medio camino entre Gijón y Madrid, donde vive su hija pequeña. Se reunieron en Burgos sus tres hijas, sus tres yernos y sus cinco nietos, sus ojitos derechos. «Estaba muy ilusionada por la celebración, porque como más feliz se sentía era reuniéndose con su familia», recordaban ayer sus compañeras de la Casa del Mar.
Las tres hijas crecieron muy pegadas a su progenitora y sin apenas contacto con su padre, Ramón Fernández, expresidente del Club Hípico Astur (Chas) y del que su madre se divorció cuando ellas eran pequeñas. La mujer volvió a contraer matrimonio años después con el odontólogo Julio Morán, del que actualmente estaba separada.
Tanto ella como sus hijas estudiaron en el colegio de la Asunción, cuya comunidad educativa permanece consternada. «Eran personas muy apegadas al colegio y que siempre habían mantenido el contacto con sus antiguas compañeras; no nos lo acabamos de creer», lamentaban. «Imagínate –decían de María– perder al mismo tiempo a tu madre, a tus dos hermanas y a tres sobrinos, es indescriptible, imposible de asimilar».
«Imagínate perder a tu madre, dos hermanas y tres sobrinos»
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