prositución
Sin tarjeta ni sanidad
El programa de atención ginecológica desarrollado por una ONG salmantina detecta entre las prostitutas enfermedades sexuales que se pensaban ya erradicadas
rocío blázquez
Durante el presente año, más de 1700 mujeres que ejercen o han ejercido la prostitución en la capital salmantina o en su provincia, se han beneficiado del programa de prevención de enfermedades sexuales y atención psicológica que desarrolla la Ong APRAMP, en el que colaboran ... activamente tres voluntarias y el ginecólogo Rolando Salazar. El servicio médico se configura como uno de los vértices, «el principal», según destaca la coordinadora de estos programas, Blanca Rubio.
Además de la destacada labor de campo que realizan con las mujeres que se dedican a la prostitución y los programas de sensibilización acerca de esta explotación sexual, que se han llevado a cabo en institutos y colegios de la provincia, desde APRAMP se facilita a estas mujeres, y a algunos hombres, la posibilidad de revisiones ginecológicas totalmente gratuitas.
El doctor Salazar es el médico que se encuentra al frente de la consulta, que ha visto incrementado el número de usuarias en el último año.,«Ppincipalmente desde la entrada en vigor de la ley por las personas que no tengan la tarjeta sanitaria no pueden recibir asistencia sanitaria de estas características», apunte este solidario profesional y que es la situación que viven la mayor parte de estas mujeres. El ginecólogo destaca que «un porcentaje importante de las prostitutas que pasan por su consulta son extranjeras en situación irregular por lo que no pueden acceder a otros controles y revisiones».
La mayor parte de estas mujeres presentan patologías infeccionas como la vaginosis, en un cuarenta por ciento, seguidas de casos de candidiasis y otras. A este respecto, Salazar comenta que se está atendiendo procesos de enfermedades «que pensábamos ya erradicadas en nuestro entorno», pero que aparecen sobre todo en aquellas mujeres provenientes de países con una deficiente «o casi nula atención sanitaria ginecológica», ha subrayado. A pesar de que no existen «grandes diferencias» entre las patologías que presentan las mujeres que ejercen la prostitución en locales o casas de las que lo hacen en la calle, estas últimas «suelen tender a tener más infecciones porque se controlan menos y tienen menos posibilidades de acceder a estos servicios».
Más españolas
El ginecólogo subraya además que en el último año han percibido un incremento importante del número de féminas españolas que se prostituyen. «Hasta ahora, de las 700 mujeres que atendemos en la consulta al año sólo un uno o un dos por ciento eran españolas, y ahora esta cifra que se ha multiplicado por diez», describe Salazar.
A este respecto, tanto el doctor como la coordinadora y las voluntarias inciden en que «nosotros no vemos casos de prostitutas sino que vemos personas que han tenido la desgracia, por diversas circunstancias, de caer en este mundo, y a las que hay que atender social y sanitariamente».
Salazar señala además que es «alarmante» la ausencia de métodos anticonceptivos, en muchos casos, y la imposibilidad de poder tener un seguimiento estricto de algunas enfermas, ya que se trata en la mayoría de los casos de «población itinerante, a las que los proxenetas cambian constantemente de provincia o localidad».
La coordinadora de APRAMP incide en la importancia de denunciar lo que ella describe como «la forma de violencia más antigua del mundo», y que en la actualidad mueve más de 12.000 millones de euros, según datos de la ONU.
Durante el presente año la unidad móvil de esta asociación ha realizado 2.500 intervenciones, se han atendido a más de 1.700 mujeres de la capital y la provincia, mientras que los programas de sensibilización han llegado a 8.179 escolares.
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