medio ambiente
Las quemas por la presencia «anormal» de topillos se extienden a 340 pueblos
Las quemas por la presencia «anormal» de topillos se extienden a 340 pueblos
isabel jimeno
«No hay una situación preocupante, pero sí para estar ocupados y poner los medios», advierte la viceconsejera de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, María Jesús Pascual , en relación a la presencia de topillo campesino («microtus arvalis») en las ... tierras de la Comunidad. «No es la plaga de 2007», subraya, aunque también es cierto que los diversos controles realizados desde el verano ponen de manifiesto que existen «niveles anormales» de roedores en ciertas zonas de la región. Aunque «no son preocupantes -a partir de 200 ejemplares por hectárea se dispara el riesgo-», incide, sí requieren que «tenemos que actuar». «No podemos permitirnos llegar a la situación de 2007 », un año difícil de olvidar, cuando una plaga de estos pequeños herbívoros con una gran capacidad destructora y reproductiva (hasta doce crías por camada y 21 días de gestación) asoló casi medio millar de hectáreas de cultivo, provocando pérdidas en el campo de unos 15 millones de euros.
Y en eso se trabaja desde la Consejería de Agricultura y Ganadería , en colaboración directa y codo con codo con los ayuntamientos y los agricultores, encargados de llevar a cabo las quemas controladas en los principales reservorios de los topillos: cunetas, linderos, regatos.... El fuego supervisado y medido es el arma más «idónea» en este momento para tratar de controlar la proliferación de roedores, que ni siquiera con la bajada de las temperaturas con el otoño han menguado, por el momento, su abundancia.
Actualmente, según los datos facilitados a ABC por la Consejería de Agricultura y Ganadería, se están llevando a cabo en 340 municipios (de los 2.248 que hay en la Comunidad), repartidos por las provincias de Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia y Valladolid, en los que se han detectado «poblaciones anormales» de topillos, aunque no se descartan nuevas ampliaciones a más territorios. De hecho, las autorizaciones iniciales fueron menos. «Esto es algo vivo», apunta María Jesús Pascual, quien advierte de que, en principio, «no existe ningún plazo» para poner fin a las quemas controladas.
Seis provincias
El objetivo de prender las hierbas y maleza que se acumula en cunetas, caceras, linderos o regatos (vías de dispersión habituales de los roedores) es «eliminar» así el alimento y «quitar la cubierta vegetal» de las zonas de resguardo, favoreciendo también que las aves rapaces ejerzan su función de «control» comiéndose a las presas. «No hay otra fórmula de lucha», señala Pascual en base a los contactos con expertos de otros países como Alemania y Francia donde se dan también estas plagas con mayor frecuencia. Eso sí, añade, «si con estas medidas no es suficiente», ya de cara a enero y febrero, se dará un paso más y se aplicarán productos «rodenticidas» en los reservorios de los roedores. Pero esa posibilidad se llevará a cabo en un segundo estadio de lucha contra los topillos, pues «la climatología también tiene que hacer su labor de control», incide la número dos del departamento que dirige Silvia Clemente .
De los 340 municipios en los que ya se ha autorizado realizar algún tipo de actuación, «solamente 73 son más problemáticos», dados los niveles «anormales» de topillo campesino, matiza la viceconsejera. En los otros, añade, las quemas selectivas son para «tenerlo controlado». «En unos hay que actuar de forma más inmediata y en otros es mínima. Pero hay que hacer ya el esfuerzo para evitar una situación no deseada de cara a la primavera», recalca.
Las autorizaciones para las quemas no abarcan todo el término municipal, sino los puntos en los que se ha detectado mayor presencia de topillos, que comenzó a despuntar en la franja sur de la Comunidad, desde Peñaranda de Bracamonte (Salamanca) a la provincia de Segovia, pasando por Ávila, además de en Palencia, las cuatro provincias en las que «se ha actuado desde el principio». Además, tampoco se extienden por todo el territorio, sino que hay zonas más sensibles de la región.
En Ávila se concentran en las comarcas de Arévalo y Ma drigal. En Burgos, aunque «es muy poquito» lo afectado, sí se ha «identificado algún foco» en puntos de las comarcas del Arlanza, Bureba y Demanda. Tierra de Campos, «siempre la zona más caliente» de Castilla y León, es la afectada por los topillos en Palencia. En tierras charras, las comarcas de Peñaranda y Salamanca. En Segovia, las comarcas de Cuéllar y Sepúlveda, y en Valladolid, Tierra de Campos y la zona centro de la provincia.
Fue el Comité Científico en el que se aborda este asunto la que, en la reunión del pasado 10 de septiembre, decidió aplicar las quemas selectivas y, si fuese necesario, el veneno, en base a los análisis de evolución de topillos realizados en agosto, repetidos entonces y ahora. Agricultura cuenta con un sistema de vigilancia permanente en 35 zonas de Castilla y León distribuidas «estratégicamente» por las nueve provincias «para conocer en todo momento» la evolución de las poblaciones roedores. Fue en el marco de esas evaluaciones en las que ya en verano se detectaron «índices poblacionales un poquito más altos de los normales» y se decidió aprobar las quemas controladas, que ahora de cara a diciembre se han «generalizado» en las zonas con más ejemplares de minúsculos y dañinos roedores.
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