La Sinfónica de Oporto abre camino a la música contemporánea

Esta pieza del jovencísimo compositor luso es la que abre el segundo concierto de abono del Auditorio Miguel Delibes (que repite hoy en la Sala Sinfónica a las 20.00 horas tras el estreno de ayer) bajo la batuta del también jovencísimo director Christoph Köning, titular de la Orquesta Sinfónica de Oporto.

La Royal Philarmonic Orchestra, la Beethoven Orchestra de Bonn o la Orquesta Sinfónica de la BBC son algunas de las agrupaciones musicales que se rifan la presencia de este director de gran musicalidad, desde cuyo debut hace tres años en Estados Unidos ha dirigido las agrupaciones sinfónicas de Pittsburgh, Toronto, Houston o la Filarmónica de Los Ángeles, entre otras muchas.

Completa la incursión en la música del siglo XX de la Sinfónica de Oporto en este segundo concierto de abono la obra «Magnetar» de Enrico Chapela para violonchelo eléctrico, un instrumento electromagnético en el que la energía cinética de las cuerdas se transforma en energía electromagnética susceptible de diferentes manipulaciones antes de ser convertida en sonido.

Mano a mano

Al frente del instrumento otro joven experto, el alemán Johannes Moser , aclamado por la revista Gramophon como «uno de los violonchelistas virtuosos del momento». «Quiero introducir a los jóvenes en el apasionante mundo de la música clásica», ha señalado siempre que ha tenido la oportunidad el intérprete alemán, a quien está dedicada precisamente esta pieza en la que trabajó mano a mano con el compositor. Tal es el compromiso de este virtuoso para atraer a las nuevas generaciones que compagina sus citas por medio mundo y su amor por la montaña con clases magistrales -le gusta la escalada- a través de las que trata de llegar a las jóvenes audiencias, desde preescolares hasta universitarios.

Completa el programa el poema sinfónico de Richard Strauss «Una vida de héroe», una obra autobiográfica con la que el compositor se hace un homenaje a sí mismo.