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economía

Un año «sin» Evaristo del Canto

El presidente de Banco Ceiss elude dar explicaciones públicas sobre la entidad pese a la situación de los preferentistas y la «atascada» fusión con Unicaja

Un año «sin» Evaristo del Canto ical

j.m.ayala

Cuando Evaristo del Canto protagonizó su primer y único brindis navideño en Caja España-Duero -la tradición acabó con él- al poco de llegar a la Presidencia en 2010, uno de sus deseos fue ser más «conocido» en Salamanca -se entendía que también en el resto de la Comunidad-. Aunque ese «sueño» se ha hecho realidad y son mayoría los que le ponen cara -para bien en algún caso y para mal en otros- lo cierto es que el hombre de «consenso» político para regir los designios de la «supercaja» regional ha hecho más bien poco para que sus empleados y la propia sociedad castellano y leonesa sepa qué piensa, qué le preocupa o qué opina de asuntos de la máxima actualidad que son de su competencia.

Y es que el próximo 29 de junio se cumplirá un año completito sin que Del Canto hable públicamente de lo que está sucediendo en Banco Ceiss o de cualquier otro tema vinculado a la actualidad. Sin comparecencias ni ruedas de Prensa ni apariciones de ningún tipo -se ha dejado ver, pero no preguntar en un par de actos en los últimos meses-, su última intervención coincidió también con un acto tradicional en la Caja. Del Canto participaba hace ahora doce meses en el X Encuentro Salamanca , vinculado al PSOE. Allí se refirió únicamente a la situación que vivía Europa y a sus «problemas sistémicos», pero nada dijo de las dificultades que atravesaba su banco ni de la confusa y compleja negociación con Unicaja.

Desde entonces, ni una palabra. Pese a que en los últimos 365 días Ceiss se ha visto implicada en situaciones que han ido cambiando su rumbo y sus posibilidades de futuro, el presidente ha preferido guardar silencio y trabajar de puertas para adentro. Temas tan candentes como el de los afectados por las preferentes, los impagos a este colectivo, las multimillonarias pérdidas de la entidad en 2012, el traspaso de los activos tóxicos al «banco malo», el informe de Oliver Wyman que le condenaba prácticamente a la nacionalización y posterior subasta o el estudio que desvelaba un patrimonio negativo de Ceiss de casi 300 millones no han sido motivo suficiente para que Del Canto dé su versión de los hechos, bien sea para tranquilizar o para reconocer que la situación no es la ideal para la entidad financiera más vinculada a la región.

Tampoco el «culebrón» de Unicaja ha provocado que el exempleado de La Caixa se «anime» a ofrecer un diagnóstico más o menos objetivo. Mientras su «colega» en la andaluza, Braulio Medel, ha lanzado mensajes puntuales en los que dejaba claro una y otra vez que su entidad tenía la sartén por el mango en una fusión que empezó a negociarse hace ya casi dos años y medio, Del Canto ha optado por el silencio a la espera de que los acontecimientos le favorezcan.

Superado por la normativa

Aunque no existe una versión oficial del por qué de la forma de proceder del presidente, tirando de hemeroteca quizás podría encontrarse uno de los motivos. Sus palabras y sus mensajes casi nunca se han hecho realidad. En su descargo hay que reconocer que han sido las distintas regulaciones impuestas desde el Ejecutivo central, las exigencias de Europa y de la propia Unicaja las que han dejado en evidencia algunas de las escasas frases pronunciadas por el presidente cuando sí estaba dispuesto a responder a lo que ocurría en cada momento.

De nuevo la ansiada y retrasada fusión con Unicaja ha sido quizás su «talón de Aquiles» a la hora de acertar con lo que decía comparándolo con la realidad más cruel del proceso. Su última «reflexión» pública sobre la negociación con la andaluza data del 23 de marzo de 2012. Aquél día Del Canto era optimista y desvelaba su «confianza e ilusión» por un proyecto de «gran envergadura», lo que le hacía sentirse «enormemente satisfecho».

Más errado estuvo meses antes, cuando, en octubre de 2011, auguró que el acuerdo con la andaluza sería una realidad a principios del año siguiente, concretamente «a lo largo del mes de enero de 2012»

Tampoco se puede considerar que fuera un «hacha» cuando lanzaba otra de sus ideas «fuerza». Corría el mes de julio de 2011 y Del Canto insistía en varias ocasiones que España-Duero -ahora a punto de desaparecer como entidad de crédito- podría «perfectamente sobrevivir en solitario», pero que se apostaba por la unión con la andaluza «por ambición».

Más lejos en el tiempo y de lo que ocurrió posteriormente fueron sus primeros mensajes en los que auguraba la expansión de la Caja por España y con más «pinitos» en Portugal -la entidad «ibérica», la llamaba por aquel entonces- y que a los pocos meses de su llegada a la Presidencia -a finales de 2010- se verían «las consecuencias positivas» de la unión de Caja España y Caja Duero porque, como dijo en esos primeros días de mandato, tenía «el conocimiento adecuado para pilotar y llevar el proyecto a un final feliz».

En la misma línea, el presidente llegó a afirmar en Soria que la Obra Social para Castilla y León alcanzaría en 2015 los 150 millones de euros , cuando lo cierto es que la labor social para este año esta cuantificada en poco más de un millón de euros, la entidad se ha quedado a «cero», en manos de los fondos preferentistas, del FROB y de Medel.

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