«Vendo el riñón de mi hermana al que lo necesite»

Antes de ser detenida como presunta autora de un delito de tráfico de órganos humanas, N. M, de 34 años y ciudadana marroquí, dejó su particular sello en las calles de la ciudad en la que residía desde hace algunos años. La joven vecina de Soria pensó que la mejor idea para vender su «producto» era anunciarlo en plena calle para que los viandantes pudieran apreciar la oferta. No se ha podido conocer todavía si alguien se tomó en serio el negocio que planteaba, pero los agentes de la Policía desde luego que no. En cuanto encontraron un anuncio manuscrito en plena calle acompañado de su teléfono de contacto a N.M. se le fastidió el chiringuito.

Puede que diera demasiadas pistas al comprobarse que en el cartel de marras, de lo más rústico, rezaba una frase de lo más contundente: «Quiero vender un riñón al que lo necesite» . La «generosa» oferta no incluía el nombre del propietario del órgano en venta, aunque los agentes pudieron saber que se trataba de uno de los dos que aún mantiene en su interior la hermana de la «comerciante». A sus 19 añitos, se habrá quedado tranquila al mantener su cuerpo intacto, pero apenada por la detención de su querida familiar y especialmente dolida por el expediente de expulsión del país que se le ha abierto tras confirmarse que se encontraba en España en situación irregular .

Más chocante aún que el anuncio de la venta del riñon si fue la explicación dada por la mujer que, tras confesar ante la Policía ser la autora del peculiar manuscrito, reconoció también y principalmente su extrañeza por que la Justicia española considerara ilegal esta práctica.