el callejón del gato

Cuando éramos ricos

josé gabriel antuñano

Cuando éramos ricos la comunidad tenía una red ferroviaria en paralelo al Duero y otra que recorría el tan olvidado oeste de norte a sur, pero ambas líneas, de un plumazo, Felipe González las borró del mapa. La Junta protestó pero no estaba en disposición ... de enjugar el déficit. También se construyeron «cuatro aeropuertos cuatro» en una Comunidad de dos millones y medio de habitantes. Hoy están bajo mínimos y a la espera de ofertas peculiares de compañías con escaso pedigrí para proponer algún vuelo a la semana a capitales turísticas, como el acuerdo firmado en León. Cuatro aeropuertos siempre resultaron excesivos, pero ahora es un disparate mantenerlos abiertos. AENA, su propietario, tomará decisiones a no mucho tardar, pero antes la Junta de Castilla y León debería proponer un plan para estas infraestructuras, no rentables, que la Consejería de Fomento no elabora para estos tiempos en los que ya no somos tan ricos.

Los recortes no se quedan ahí. Otra vez el Ministerio de Fomento ha decidido suprimir líneas ferroviarias que no son rentables con trenes que recorren cientos de kilómetros para transportar a media docena de viajeros. El cierre parece lo más lógico tanto en épocas de escasez como de bonanza. Si se quieren mantener abiertas que la Junta cubra el déficit. Y claro, la Junta ha vuelto a protestar contra esta medida. La Consejería de Fomento, al igual que otras consejerías, puede seguir en una vía frentista al gobierno nacional, pero también le corresponde diseñar un escenario de infraestructuras en tiempos de crisis: trabajar junto al Ministerio y plantear soluciones, pero en esta región tan dada al lamento jeremiaco se prefiere el llanto a la búsqueda de alternativas consensuadas.

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