Celebración con tango y folclore argentino del 50º aniversario del busto de San Martín en Tafira

Pablo de Angelis, cónsul del país sudamericano en Canarias, recordó que con motivo de la última visita del buque escuela argentino, «Libertad», al Puerto de La Luz, en septiembre de 2012, una persona se le acercó para hacerle saber de la existencia en Gran Canaria de un barrio, Quilmes, cuyas calles llevan el nombre de algunas provincias y ciudades argentinas, como Tucumán, Formosa, Salta o Yapeyú, localidad de nacimiento de San Martín, conocido como «el libertador».

A partir de ese dato, conoció la historia de un grupo de grancanarios emigrados al país sudamericano a principios del siglo veinte, radicados en la ciudad de Quilmes, al sur de Buenos Aires. Uno de ellos, José María Góez Romero, trabajó durante 50 años en la Cervecería Quilmes, la más emblemática del país, y a su regreso a la isla, decidió homenajear a su patria de acogida al otro lado del Atlántico colocando un busto del general José de San Martín, héroe de la guerra por la independencia.

De Angelis resaltó el valor artístico de la obra, debida a Luis Perlotti, un destacado escultor nacido en Buenos Aires, hijo de inmigrantes italianos y cuya obra más célebre es la dedicada a Alfonsina Storni , en Mar del Plata, junto al punto en la costa donde la reconocida poetisa se dejó llevar por el agua buscando al suicidio.

El concejal del distrito Vegueta-Cono Sur-Tafira, Christian Santana, se dirigió al público como un «gran admirador de la obra de Borges» y destacó la iniciativa de esos grancanarios emigrados, a quienes se debe que hoy en la ciudad bonaerense de Quilmes exista una calle Benito Pérez Galdós y otra de nombre Gran Canaria, así como un drago, plantado en un parque público como muestra de la cercanía entre los argentinos y españoles.

Tras los discursos, se escucharon los himnos nacionales de España y Argentina, para dar paso a las actuaciones de los grupos folclóricos Raíces Argentinas y Nobleza Gaucha, junto con la Parranda Valbanera y una dupla de bailarines de tango, Adriana Herrera y Damián Desmarás. Un grupo de niños vestidos con el uniforme de los Granaderos, el regimiento creado por San Martín, y de niñas, ataviadas con ropa al estilo de los campos porteños, desfilaron con la bandera argentina y bailaron un pericón para dar por finalizado el acto.