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confieso que he pensado

Olvidos históricos

La desidia pública se suma a la falta de iniciativa por parte de un empresariado al que habría que recordarle que el mundo no se acaba en el ladrillo

santiago diaz bravo

Valldemossa, el bello pueblo de la Tramuntana mallorquina, ha quedado ligado para siempre a la memoria de uno de los músicos más universales, el polaco Fréderic Chopin. Basta con hacer una búsqueda en Google para hallar en medios de comunicación de difusión internacional reportajes del ... tipo « Majorca: sun, sand and Chopin » (Mallorca: sol, arena y Chopin). Los millones de turistas que visitan casa año la isla balear pueden disfrutar de museos, festivales y conferencias dedicados al excelso compositor, además de adquirir todo tipo de objetos jalonados con su nombre o su perfil. Sin embargo, a pesar de lo que pueda parecer, Chopin apenas pasó dos meses en la isla en compañía de la escritora francesa George Sand, un periodo en el que, para más inri, empeoró su maltrecha salud. Así las cosas, ¿ha estado alguien engañando a alguien? Por supuesto que no. Sencillamente se ha aprovechado uno de los recursos que ha legado la historia.

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