Un cura pide que dejen de robar agua bendita de la iglesia para rituales de brujería

El cura del Castillo del Romeral lo tiene claro: hay gente que se acerca los miércoles a bendecir agua, pero que no se la lleva para hacer el bien, sino más bien todo lo contrario, para utilizarla en rituales de brujería, en ejercicios de santería o cualquier otro rito pagano muy alejado de la doctrina católica.

Armando Ladeiro Martín, párroco de este pueblo del sur de Gran Canaria, sorprendió con esta advertencia el domingo pasado, cuando se celebraba la misa y procesión junto a los devotos de la Virgen del Carmen y San Miguel Arcángel.

La celebración se caracterizó por el uso del sahumerio en varios momentos y una clara advertencia por parte del sacerdote respecto al agua bendecida y exorcizada que reparte cada miércoles después de la misa para que los feligreses bendigan y purifiquen sus casas y sus cuerpos.

«No se atrevan ni se les ocurra llevársela para cosas de brujería, porque lo que se lleven para hacer daño recaerá sobre ustedes», les dijo a los fieles tras advertir que una vez, hace años en Madrid, ya tuvo en sus manos el caso de una posesión endemoniada.

Ladeiro Martín, que se alegró por la «asistencia multitudinaria», no ofreció una homilía al uso acostumbrado. Desde su saludo inicial de bienvenida dejó frases para el recuerdo, como cuando anunció que todos los miércoles celebra en honor de San Miguel una eucaristía de exorcización, «porque muchas personas estamos metidas en un mundo más cercano al demonio que al de Cristo», motivo por el que la Iglesia Católica «tiene que empezar a poner en el mundo sus valores, porque no es el baúl del abuelo donde todo cabe».

Incluso, en otro momento de su alocución, reclamó que hubiese menos limosna para santos y vírgenes y una mayor compenetración en la moral cristiana. Para finalizar, remató: «Aquí necesitamos menos ir a los bares y más a la iglesia».