Gran Canaria, la «reina» de los almuerzos en la orilla de un embalse
De norte a sur, la isla cuenta con zonas acondicionadas para pasar el día en familia o con amigos con vistas a una presa
guacimara hernández
Una mesa desmontable, sillas plegables, neveras portátiles y platos, vasos y cubiertos de plástico conforman la logística básica de los amantes del campo y la gastronomía que se reúnen cada fin de semana en las zonas de barbacoa a pie de presa en Gran Canaria.
Con la llegada del buen tiempo, y eso significa antes de la entrada del verano propiamente dicho, las áreas recreativas habilitadas junto a los embalses, y las que no también, se llenan de familias o grupos de amigos congregados en torno a una parrilla humeante que asa lo mismo chuletas, que chorizos o morcilla con almendras.
Y si de lo que se trata es estar en contacto con la naturaleza y no se puede hacer un asadero, porque está prohibido, se come igual. Generosos tupperware con tortilla, ensaladilla rusa y las imprescindibles papas arrugadas con mojo rojo y verde sustituyen a la clásica parrilla para desconectar de la rutina diaria.
Tanto canarios como visitantes, que en sus rutas por la cumbre de la isla se suelen tropezar con multitud de almuerzos espontáneos en áreas de pinos, pueden hacer uso de estas zonas acomodadas para pasar el día con tranquilidad. Los turistas suelen recorrer el interior de la isla fascinados con la variedad de flora que concentra.
Una isla-continente con playas de arena fina al sur y vestigios de bosque laurisilva al norteTambién hacen paradas tácticas en las presas para comprobar el nivel del agua almacenada. Gran Canaria es una isla-continente marcada por zonas desérticas y espléndidas playas de arena fina al sur y vestigios al norte de la antigua selva de laurisilva que poblaba la isla todavía muy bien conservados.
Aridez y playas de arena fina al sur ; vegetación, barrancos y montañas escarpadas al norte, sin contar su área central, con incontables microclimas y paisajes propios, que pueden variar de un risco a otro, y de una presa a otra, son los principales atractivos que encuentra cualquier viajero que decide emprender la ruta de agua en Gran Canaria y, de paso, comer al borde de un embalse o, en su defecto, en un establecimientos de los pueblos cercanos, con vistas a la estampa que las circunda.
Hay que tener en cuenta que la isla tiene 69 grandes presas, denominación que se destina sólo a aquellas obras hidráulicas de retención de aguas de barrancos con más de 15 metros de altura o más de 100.000 m3 de capacidad.
También cuenta con cerca de 800 concesiones de aprovechamientos de agua superficiales, materializadas en: tomaderos, represas o grandes presas que embalsan el agua en el propio barranco o tomaderos que la derivan a otras presas o estanques.
Relativamente cerca unas de otras, alojadas en el lecho de abruptos barrancos tapizados de abundante vegetación, a los que se accede por sinuosas carreteras, en una ruta iniciática no puede faltar una visita a la de la Cueva de las Niñas.
Enclavada en el municipio de Tejeda, se llega a ella a través de la carretera de Ayacata, un pueblo cumbrero de la isla. La zona para asaderos se extiende sobre 15.000 metros cuadrados y su capacidad es de cien plazas.
No muy lejos, comparado con las distancias continentales, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana y propiedad del Cabildo de Gran Canaria, se alza la presa de Chira. Fue construida en 1964 a una altitud de 875 metros sobre el nivel del mar en su cauce y 907 en su corona.
Se trata de una de las presas más extraordinarias de la isla debido a su tamaño, a su constante almacenamiento de agua, y a su localización geográfica, junto al asentamiento de población de Cercados de Araña, lo que permite el acceso directo a la presa, a través de la orilla izquierda de su embalse. Ideal para ver con tiempo y pasar el día.
La presa de Soria
Emplazada en el tramo del Barranco de Arguineguín, también denominado Barranco de Soria que da nombre a la población próxima, su presa homónima se localiza entre los municipios de Mogán y San Bartolomé de Tirajana. La construcción de la presa de Soria se prolongó una década, entre 1962 y 1972 y su caudal proviene de la presa de Chira y del Barranco de Arguineguín. Es la mayor presa de Canarias.
El municipio de La Aldea se podría considerar casi en su totalidad como una de las últimas reservas agrícola-paisajísticas que existe en la actualidad en Gran Canaria.
Reserva Mundial de la Biosfera del Oeste de Gran Canaria, su área recreativa se encuentra en Las Manchas del Charco, justo en un bosquete de tarajales (árboles autóctonos), junto al conocido Charco. Aunque no es una presa como tal, se puede almorzar cerca de esta impresionante piscina natural. El área abarca una superficie de 40.000 metros cuadrados y tiene una capacidad para albergar medio millar de personas.
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