El BOC «salva» a Mendoza tras suplir «reprobar» por «corregir»

Tal rectificación consistía en sustituir el vocablo «reprobar» por «corregir» la gestión de la Consejería de Sanidad que encabeza Brígida Mendoza , en lo que respecta a la administración llevada a cabo durante ese ejercicio de la Cuenta 402 (acreedores no imputados al presupuesto) del Servicio Canario de la Salud (SCS), cuya factura alcanzó los 405 millones de euros, cifra el BOC.

Tomando como referencia el precio al que fue adjudicado en abril a la imprenta Bonnet SL, 497.693,78 euros, cada día de boletín publicado cuesta a las arcas regionales más de 1.000 euros (sin IGIC) y su maquetación y edición electrónica ronda el medio millón de euros al año. Así las cosas, la inserción rectificatoria , desde el punto de vista conceptual y político, no es baladí.

Si bien, hasta su corrección y correspondiente publicación, la consejera estaba técnicamente reprobada por su gestión de la Cuenta 402, al haber entrado en vigor dicha corrección a principios de este mes.Una gestión al frente de Sanidad reiteradamente puesta en cuestión por la oposición popular en la Cámara canaria.

Recientemente, la diputada del Partido Popular, Mercedes Roldós , apuntaba que el remanente de tesorería del SCS a 31 de diciembre de 2012 era de 145.825.100,92 euros, a lo que había que sumar el saldo de la citada Cuenta 402, técnicamente denominadas obligaciones pendientes de imputar en el presupuesto vigente, pero que Roldós resumía como «facturas en los cajones sin contabilizar en el presupuesto».

De acuerdo con la información aportada en varias respuestas parlamentarias por la Consejería, el saldo de dicha cuenta ascendía al cierre del 2012 a 230.318.312,12 euros. «De los más de 230 millones, ciento y pico correspondía a la deuda con las farmacias y que ha pagado entre enero y marzo de este año con el presupuesto de 2013, con lo cual este presupuesto se va a quedar cojo entre agosto y septiembre de nuevo.

Esta es la gran gestora», ironizaba la parlamentaria.En opinión de Roldós, otro ejemplo que evidencia la gestión de Mendoza tiene que ver con el compromiso adquirido con la facturación a terceros -lo que cobra el SCS a las mutuas de accidentes de tráfico, a los regímenes especiales o a ciudadanos europeos-. «Durante el año 2012 ha mejorado un 5%. La consejera se comprometió a dedicar ese dinero extra a compensar la reducción de personal . No lo hizo.

Dijo que no le estaba pagando a los farmacéuticos porque había retraso en las transferencias del Estado. El Ministerio de Hacienda me dio por escrito que n o ha habido retraso alguno . Creo que Brígida Mendoza se siente en la impunidad», concluía.