DESDE MI ESCAÑO
Disa sí, Repsol no
Como no es la empresa local, sino una multinacional, todo son trabas y requisitos a cual más absurdo
JUAN VELARDE
¡Vaya, vaya! Así que el señor Fernando Ríos Rull , al que Paulino Rivero le ha otorgado la pomposa misión de ser el comisionado para el Desarrollo del Autogobierno, y que se ha revelado como un fervoroso opositor a las prospecciones ... petrolíferas de Repsol, resulta que tiene acciones en Disa, una empresa que también tiene bastante que ver con el refinado de fósiles crudos. ¡Fíjate tú por dónde! A esto se le llama pillarte en una muy grande contradicción.
Porque, a ver, ¿cómo se le explica racionalmente a los ciudadanos que tú te hayas opuesto machaconamente a las prospecciones de Repsol, pero en cambio dispones de acciones de Disa? Sí, claro, ya sabemos que eran de tu abuelo y que luego éstas se han transmitido de generación en generación… pero es que es un canteo que llama poderosamente la atención.
Lo que no puede ser, bajo ningún prisma, es actuar como juez y parte de un hecho, que en este caso es jeringar en todo lo que se pueda a Repsol para que no acometa las prospecciones , pero al mismo tiempo que te pillen con acciones de otra petrolera (y encima intentar minimizar el asunto diciendo que Disa sólo es distribuidora). Sí, queda muy bien de cara al discurso oficial , pero la realidad es que no cuela en absoluto.
Otra de las cosas que no se entiende es cómo un dirigente, sabiendo la sagacidad de la prensa, puede ocultar (al menos intentar hacerlo) algo tan flagrante como que tiene abultados intereses en una empresa de refinamiento de petróleo. Es un engaño a la ciudadanía que, si ya tenía en muy baja estima a la clase política, con hechos como éste al final terminará por ver más creíble a Homer Simpson que a cualquiera de nuestros representantes de la cosa política.
Ahora sólo falta que el señor Fernando Ríos Rull nos ilustre y nos dé una lección magistral sobre los peligrosos y devastadores daños ambientales que puede provocar que Repsol se ponga a hacer sus catas. En cambio, si Disa fuese la que estuviese haciendo las perforaciones, seguramente el propio Paulino Rivero en persona viajaría a Madrid y a Bruselas para solicitar encarecidamente que no se obstruya la posibilidad de hallar petróleo en las costas canarias. Pero claro, como no es la empresa local, sino una multinacional, todo son trabas y requisitos a cual más absurdo.
Luego, evidentemente, nos quejaremos de que la economía canaria retrocede hasta tal punto que la creación de puestos de trabajo empieza a superar el término de quimera por el de realidad patente, latente y sangrante. Pero en fin, esto es lo que se quiere desde determinadas áreas burocráticas, y mientras tanto que el paro siga creciendo. Dentro de nada seremos los más ecológicos del planeta… pero sin ocupación.
Disa sí, Repsol no
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