Nuevas denuncias por «mobbing» contra jefes de la Policía Canaria

En este caso, según el atestado, todo se desencadenó tras un servicio que el denunciante estaba llevando a cabo en San Bartolomé de Tirajana, al serle ordenado el traslado de un detenido fuera del partido judicial. Al pedir que se le confirmase la orden, por entender que se requería autorización judicial, se puso al teléfono un inspector, quien le dio órdenes de que instruyera las primeras diligencias y las entregase a la Policía Nacional de San Bartolomé «salvo que consiga contactar con su Señoría y ordene el traslado» .

En ese momento, el inspector le preguntó si tenía clara la orden, ante lo que el denunciante, le respondió que sí y que «a sus órdenes», unas palabras que recibieron de su superior una fuerte contestación : «Vete a la puta de tu madre», poco antes de cortar la comunicación. El intercambio, siempre según la denuncia, fue a través de unteléfono móvil con manos libres, de modo que se cita a cuatro testigos que escucharon la conversación, todos agentes policiales que estaban siendo parte del traslado del detenido.

Según el agente denunciante, todo se origina como consecuencia de «una opinión» que transmitió acerca del funcionamiento del cuerpo, unos pareceres que molestaron a la cúpula de la policía autonómica. Desde ese momento, asegura que fue sometido a amenazas de apertura de expedientes por «irregularidades» que habría cometido, aunque nunca llegaron a concretarse . Desde ese incidente, la relación es «puntual, distante, cortante y evitando en todo momento un encuentro», algo que extiende a todo el cuerpo autonómico, donde asegura que la relación es «muy tensa y crispada» . Este clima lo ha llegado a calificar de «insoportable», dentro de un colectivo que se encuentra bajo «continua vigilancia y búsqueda de errores para dar excusa» a la apertura de expedientes disciplinarios.

El martes 19 de marzo ya se había presentado otra denuncia por «mobbing» en un juzgado de Santa Cruz de Tenerife, donde dos altos cargos son acusados de denigrar a un subinspector , retirándole las competencias propias de su jerarquía y destinándole a labores burocráticas y menores, como el mantenimiento de los coches o el cuidado de la vestimenta de los agentes. A todo esto se suma la «operación Ladrillo» , la investigación judicial sobre diez efectivos, por una supuesta detención ilegal ocurrida en los carnavales pasados en Las Palmas y por la presunta irregularidad de cobrar multas de más a los afectados por sus intervenciones. De la acción de la Guardia Civil a instancias del juez y de las escuchas telefónicas practicadas se derivó, además, un nuevo cargo contra dos jefes, a quienes se acusa también de «mobbing» contra sus subordinados.