sociedad
Una monja asesinada por milicianos republicanos en 1936 será la primera beata canaria
Sor Lorenza, nacida en Guía (Gran Canaria), fue fusilada en Madrid tras rechazar el acoso de un celador en el hospital donde trabajaba
B. SAGASTUME
Sor Lorenza Díaz Bolaños será a partir del próximo 27 de octubre la primera beata nacida en Canarias, cuando se reconozca su asesinato a manos de milicianos republicanos durante la Guerra Civil, en Madrid a finales de 1936.
La vida de esta guiense, de ... la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, estuvo dedicada al servicio de los pobres enfermos y, tras desplazarse a Madrid para hacer el seminario de formación en 1921, vivió en la capital colaborando en varias tareas, «incansable en su trabajo con los pobres», como relatan las crónicas de la época en los documentos vicencianos.
Sor Lorenza, al igual que otras hermanas de su orden, padeció en los años previos y durante la Guerra Civil el acoso a los católicos de algunos trabajadores de los centros de salud e incluso de los enfermos. En su caso concreto, un día en el Instituto de Reeducación de Inválidos, se le presentó un celador simulando estar enfermo y se desnudó ante ella para provocarla.
Ante esto, la religiosa le pidió que se cubriese y le guardase respeto, pero «su serenidad y firmeza, fiel a su voto de castidad», irritó al joven, que le dijo: «Pronto me las pagarás». Sor Lorenza censuró la conducta de este hombre ante el director médico, quien le llamó la atención. El celador enfadado repitió entonces su amenaza, que meses después cumpliría.
En julio de 1936, las hijas de la caridad fueron expulsadas del centro médico y sustituidas por enfermeras laicas, lo que dio origen a una vida clandestina, donde mantenían la fe de manera extremadamente discreta mientras intentaban seguir con su labor de ayuda a los pobres enfermos.
La hermana de Lorenza, Blasina, también era religiosa, pero había conseguido regresar a su Gran Canaria natal tras huir de Madrid a Valencia.
El 16 de noviembre de 1936, se presentaron unos milicianos a la casa de la calle Lope de Vega 13 que la acogía para practicar un registro. Se encontraba entre ellos el celador del instituto de inválidos que la había provocado meses atrás.
Escudándose en una supuesta necesidad de enfermeras, se llevaron a Sor Lorenza y a Sor Josefa Gironés en una visita posterior. Seis días después fue fusilada en Las Vistillas con un tiro en la frente y otro en la mejilla izquierda.
Su cuerpo, junto con el de otras religiosas asesinadas el mismo día, se pudo recuperar en 1941 trar haber sido identificadas las fosas del cementerio del Este en que fueron enterradas después de su asesinato.
Su cuerpo descansa en la cripta que tiene la Compañía de las Hijas de la Caridad en el cementerio de San Isidro y su beatificación se producirá en octubre próximo en Tarragona en la que será la mayor beatificación de mártires de la historia de la Iglesia en una misma ceremonia, con más de 500 causas.
Una monja asesinada por milicianos republicanos en 1936 será la primera beata canaria
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