Naufragios petroleros y otros esperpentos

No parece tan claro, después de todo gritan contra el oscuro petróleo, que se opongan con el mismo ímpetu y tan elevado espíritu aventurero naval, a esas mismas prospecciones que realizará el gobierno de Marruecos, milla más o milla menos de la costa majorera, como es el caso.

Los aplaudidores de tal magno evento, azuzados por la postura oficial del Gobierno de Canarias, celebraron la salida con las pancartas, eslóganes y algarabías de rigor. Brindaron si no con champán francés, que esas liberalidades no son para la militancia de base, sí con sidra autóctona de Valleseco.

Bastó navegar la primera singladura para que fuera la propia naturaleza quien se encargara de dejar las cosas en su sitio y hundir, en sentido literal, tamaño dislate. Tal vez, por eso de que la historia se repite, a Paulino le pasó lo mismo que a Felipe II con la Pérfida Albión, que no mandó su barco a luchar contra vientos y mareas sino a someter a un tal Sir Soria en la corte de Rajoy.

Si fuera cierto que contra unas muy hipotéticas y poco probables contaminaciones por los trabajos futuros de Repsol iba la protesta, este barco siniestrado, averiado y escorado por la amura estribor o izquierda, sí que esta vez con total certeza contaminó de lo lindo con su basura y su combustible las aguas al sur de Gran Canaria.

Por cierto, sin que nadie protestase por ese atentado al Planeta Azul, que no verde como se empeñan en repetir. Tratándose de ecologistas, cabe suponer que antes de zarpar tal vez olvidaran hacer las oportunas ofrendas y libaciones a la celosa y vengativa diosa Gaia o a la Pachamama, que a estos efectos de verduras son intercambiables, para que les ayudara en esta empresa contra las más que razonables decisiones del Ministerio de Industria.

Aunque en el comunicado de la organización “Clean Ocean Project” se subraya que esta aventura la financiaban con los propios fondos aportados por sus socios, no tengo noticias de que algún portavoz gubernamental canario haya asegurado que no ha salido ni un solo euro de fondos públicos para subvencionar a esta organización, ni a sus pompas ni a sus obras.

Pero como en tretas para ayudar a quienes ayudan, más sabe el diablo por escaldado que por sabio, una cosa bien pudiera ser el que paga las facturas o quien firma los cheques y otra bien distinta es saber de dónde proceden los dineros.

En otras palabras, que sean subvenciones directas o donaciones indirectas de entes más o menos financiados con dinero público, es un mero tecnicismo contable que no cambia en origen público de los fondos, si los hubiera habido.

Como se decía antaño para expresar una verdad conocida por la mayoría, “es fama” que en cuestiones propagandísticas, los partidos políticos en general y el Gobierno de Canarias en particular, quiera estar en misa y repicando, aunque mire hacia otro lado cuando algo se hunde en su estrategia, metáfora muy apropiada al caso por tratarse de un naufragio.

Mientras estaba gritando aquí contra las prospecciones, pancarta mediante, a la oficina de Miami se le encomendaba organizar una reunión con las petroleras internacionales en Texas para “informarles” de la oportunidad de trabajar en estas mismas prospecciones y posteriores extracciones, tal como el ABC destapó en su momento . ¿Por qué dicen “contaminación” si lo que quieren decir, de verdad, es “dinero”? ¿Hipocresía, manipulación o simple esperpento?