Munar habría recibido sobornos por dos operaciones urbanísticas distintas

Previamente, el exvicepresidente del Consejo de Mallorca y exdirigente de Unión Mallorquina (UM), Miquel Nadal, ha entregado esta mañana un escrito en la Audiencia Provincial en el que reconoce que en 2006 la institución insular habría vendido de manera irregular el solar de Can Domenge a Sacresa. De este modo, se ha reanudado el juicio por el llamado «caso Can Domenge». Al parecer, dicha empresa habría contribuido a fijar -en connivencia con Nadal- las bases del concurso público convocado en 2005 para la venta de los citados terrenos. De este modo, según Nadal , Sacresa pretendía garantizarse la adjudicación de Can Domenge, que además se habría asegurado con el pago de un soborno. Una parte del dinero negro recibido habría sido destinada, sin saberlo Sacresa, a la campaña electoral de Nadal como candidato a la Alcaldía de Palma en 2007.

En aquellos comicios, el PP obtuvo 14 concejales sobre un total de 29, pero no fueron suficientes para que la entonces alcaldesa, Catalina Cirer, pudiera seguir al frente del consistorio palmesano. Finalmente, Cirer fue relevada en el cargo por la socialista Aina Calvo, que sólo había sumado 11 ediles, pero que contó para su investidura con el voto de los dos ediles de la coalición econacionalista Bloc y de los dos que también obtuvo UM. En 2003, el PP había logrado mayoría absoluta y UM no consiguió ningún edil.

La confesión de Nadal perjudica, entre otras personas, a quien en aquel momento era la presidenta del Consejo de Mallorca, Maria Antònia Munar. Ambos se sientan a partir de hoy de nuevo en el banquillo en la reanudación del juicio por el llamado «caso Can Domenge». En esta causa se investiga la presunta enajenación irregular de los terrenos del mismo nombre por parte del Consejo de Mallorca , que hace ocho años decidió vender Can Domenge a la UTE conformada por Sacresa y Ferrà Tur, que ofrecía 30 millones de euros, en lugar de decantarse por la oferta presentada por Núñez y Navarro, que hubiera pagado 60 millones. La Fiscalía pide seis años de cárcel para Munar y para tres antiguos miembros de su gobierno, Miquel Nadal, Bartomeu Vicens y Miquel Àngel Flaquer, todos ellos de UM, por fraude a la Administración y revelación de secretos, aunque aún no por cohecho.

El juicio se había iniciado hace dos semanas, pero se suspendió de manera provisional después de que Munar hubiera pedido un aplazamiento tras haber decidido cambiar de abogado. Su letrado hasta entonces, Gabriel Garcías, fue sustituido por José Antonio Choclán. El juez de la Audiencia Provincial Diego Gómez-Reino acordó finalmente que la causa se reanudase el 19 de junio. Choclán ya ha pedido esta misma mañana la suspensión del juicio, solicitud que ha sido desestimada por el magistrado.

Por su parte, el fiscal Anticorrupción Joan Carrau ha presentado como prueba para el juicio cuatro cartas que Munar envió en estos últimos meses a Vicens, quien en estos momentos se encuentra en la cárcel cumpliendo condena por otras dos causas. Por su parte, Choclán ha aportado tres cartas de Vicens dirigidas a Munar, en las que el exconsejero denuncia supuestas presiones de la Fiscalía en este caso.

Hace dos semanas, Munar justificó la decisión de prescindir de Gabriel Garcías por pérdida de confianza y porque dijo que se sentía «totalmente indefensa » tras la inesperada confesión previa -por escrito- del exconsejero Vicens. En dicha confesión, Vicens afirmaba que se habría pactado con Sacresa la entrega de un presunto soborno de cuatro millones de euros. En su declaración de hoy, Vicens ha dicho que de esa cantidad tanto Munar, como Nadal, una tercera persona y él mismo habrían recibido 450.000 euros, mientras que dos millones de euros habrían llegado a UM. En concreto, esa última cantidad habría sido entregada por Vicens a Munar en el propio Consejo de Mallorca. Los 200.000 euros restantes habrían sido para un empresario.

Coincidiendo en el tiempo con dicha confesión, el propietario de Sacresa, Román Sanahuja, envió un escrito a la Audiencia en el que señalaba que su empresa habría entregado efectivamente cuatro millones de euros, en dos pagos en metálico, a un intermediario de Nadal. El entonces vicepresidente del Consejo de Mallorca habría garantizado que con este dinero no habría ningún cambio de criterio en relación a la adjudicación de Can Domenge a Sacresa. Sanahuja asumía en el mencionado documento el «grave error cometido», pero al mismo tiempo negaba que hubiera fraude en el concurso público convocado por la institución insular para la venta de los mencionados terrenos.

La confesión del exconsejero Vicens que implicaba a la antigua cúpula de UM motivó que hace un mes se realizasen sendos registros en los domicilios de Munar y de Nadal, en donde l os agentes judiciales no encontraron dinero , si bien sí se incautaron de diversa documentación. La Fiscalía cree que al menos una parte de las citadas cantidades de dinero podría encontrarse depositada en la actualidad en diversos paraísos fiscales. Sanahuja ha reiterado hoy ante el magistrado dicha declaración.