La Justicia absuelve al sindicalista que llamó «fascista», «gilipollas» y «chulo» a Bauzá

En diversas declaraciones efectuadas a los medios entre febrero y mayo del pasado año, el secretario general de UGT en las Islas criticó con dureza algunas de las decisiones tomadas por Bauzá y su gobierno para reducir el gasto de la Comunidad, entre ellas su intención de disminuir el número de liberados sindicales, anunciada en septiembre de 2011.

Las hemerotecas de aquellos días guardan declaraciones de Bravo como «son unos cerdos que no tienen ni puñetera idea de lo que significa la Ley Orgánica de Libertad Sindical», «ya puestos, que abran campos de concentración donde encerrar a los que necesitan de la ley de dependencia, a los sindicalistas, a los funcionarios» o «van muy envalentonados, y si podemos darles una patada, mucho mejor».

En la misma línea, hubo otras declaraciones de este veterano líder sindical, referidas a Bauzá o a su equipo, como por ejemplo «es muy fascista este señor», «son unos sinvergüenzas», «que deje de hacer el gilipollas» o el presidente autonómico es un «inútil, prepotente y chulo».

En la sentencia hecha pública hoy, el juez considera como «ciertamente groseras y desafortunadas» las palabras de Bravo , si bien previamente señala que es necesario entenderlas en un contexto de crítica al Gobierno balear, «que resta importancia a la referencia personal que comportan», por lo que todas esas expresiones deben ser valoradas como «excesos verbales insuficientes para generar una lesión de derecho al honor».

La sentencia concluye que «la carga de asumir la crítica severa, dura e incluso inconveniente, se impone en una sociedad democrática a quienes se ven involucrados en actividades públicas como ocurre en el caso aquí enjuiciado».