sucesos
Una farmacéutica, a la cárcel por traficar con medicamentos desde una botica rural
El juez que instruye el caso ha enviado a prisión, sin fianza, a la farmacéutica de Palomar de Arroyos (Teruel)
r. p.
El juez de Teruel que instruye el caso por tráfico de medicamentos destapado en una farmacia rural, la del municipio turolense de Palomar de los Arroyos, ha enviado a su boticaria a la prisión sin fianza. Fue detenida la semana pasada junto a otras tres ... personas supuestamente implicadas en una red que se nutría de medicamentos desviados fraudulentamente desde esta farmacia para venderlos ilegalmente en Enguera (Valencia), en una parafarmacia de otro de los imputados, presunto socio de la boticaria en este entramado.
La operación se llevó a cabo por la Guardia Civil el pasado 14 de mayo y, entre otras cosas, ha dejado sin farmacia a cuatro pueblos de Teruel: a Palomar de los Arroyos y a los otros tres pueblos que abastecía esta botica, los de Castel de Cabra, Torre de las Arcas y Cañizar del Olivar. Llevan días esperando que el Gobierno aragonés autorice y ponga en marcha un servicio provisional de botiquín, porque la farmacia está precintada por orden judicial.
La farmacéutica, Amparo Armiñana, era la clave en este entramado, la que desviaba los medicamentos con los que se nutría su posterior comercio ilegal, según las fuerzas de seguridad. En un primer momento, el juez instructor del caso le impuso como medida cautelar prisión provisional eludible con una fianza de 40.000 euros, que ella abonó.
Sin embargo, esta semana se han revisado las medidas cautelares y el juez ha aceptado la petición del fiscal de imponer prisión provisional sin fianza para la farmacéutica, que se encuentra por ello en la cárcel desde este miércoles.
El agravamiento de las medidas cautelares contra la boticaria se ha producido al sumársele más imputaciones. A los delitos de estafa y falsificación de documentos (recetas), fraude al Sistema Aragonés al de Salud (por la facturación y cobro fraudulento de recetas oficiales) y también de un delito contra la salud pública, se le han añadido otros dos: quebrantamiento de medidas cautelares y obstrucción a la justicia.
Una farmacéutica, a la cárcel por traficar con medicamentos desde una botica rural
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