El Gobierno garantiza la segunda toma del trasvase Júcar-Vinalopó y agua en junio

«Soluciones con cabeza» y ya no más «promesas». Eso ofreció el representante del Gobierno central ayer en Villena a los portavoces de los regantes del Vinalopó, L’Alacantí y Las Marinas, una zona donde cultivan 50.000 hectáreas repartidas en 28 municipios con una población de un millón de habitantes, según recordó el presidente de su junta central, Andrés Martínez. Por eso, no quiso precisar más plazos que el de junio para unos primeros riegos de emergencia en las zonas más acuciadas y la antes citada primera transferencia a la provincia desde el Júcar , además de explotar la desalación. Aunque reconoció que él no habría construido tantas desaladoras a la vez, ahora está dispuesto a sacarles provecho e «integrarlas» en el sistema. «A medio plazo, habrá una segunda toma y el Ministerio está abierto a que sea Cortes de Pallás o ver otras conexiones, la que sea, siempre que resulte viable técnicamente y a un coste que puedan asumir los regantes», fue el compromiso de Ramos.

De hecho, ellos están presentes en las reuniones de trabajo a tres bandas con el Gobierno central y el Consell para definir las soluciones definitivas, que deben estar listas en los próximos seis meses.

Mientras tanto, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), María Ángeles Ureña, ya anticipó que esta misma semana se habrá tramitado una cesión de riego desde La Mancha de un hectómetro cúbico para la Comunidad de Regantes Virgen de las Nieves, de Aspe, tras relatar su presidente, Antonio Berenguer, las penurias por las que están pasando, en el transcurso de esta junta de gobierno de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó-L’Alacantí.

El secretario de Estado abrió la posibilidad de que otras comunidades se acojan a esta fórmula de riegos de acuerdo con las posibilidades de la Confederación Hidrográfica del Júcar, cuya presidenta se mostró receptiva, tras escuchar la dramática situación de muchos cultivos.

Por su parte, el vicepresidente del Consell y conseller de Agricultura, Pesca y Alimentación y Agua, José Císcar, auguró «más acuerdos en los próximos meses» como el alcanzado para el trasvase Tajo-Segura, con el consenso de cinco comunidades autónomas.

También corroboró la gravedad de la sobreexplotación de los acuíferos y los altos costes energéticos para los agricultores que deben bombear el agua cada vez desde un mayor desnivel, aunque les recordó que se ha conseguido la cobertura del Júcar-Vinalopó con transferencias de hasta 80 hectómetros cúbicos entre comarcas.

«España tiene agua suficiente para todos, pero está mal repartida, tanto en el espacio como en el tiempo», coincidió el secretario de Estado, quien unos minutos después se mostró impresionado cuando el representante de los regantes de Monóvar apeló a la «compasión» de los dirigentes políticos. Insistió también Ramos en que se debe aprovechar la toma del Azud de la Marquesa, al estar ya terminada y lista para su uso, y máxime cuando ha representado una inversión de 330 millones de euros.

En cualquier caso, planteó sin titubeos que «a corto plazo, agua ya» y por eso reiteró que «este verano llegará agua al Vinalopó con una medida transitoria» que aprovechará las infraestructuras existentes, tal como había reclamado unos instantes antes Andrés Martínez. El presidente de los regantes no se olvidó de la reivindicación de un Plan Hidrológico Nacional que resuelva de una vez el déficit hídrico en esta zona, de 150 hectómetros cúbicos . «De cada cuatro litros que sacamos, tres son de la sobreexplotación de acuíferos», alertó, además de fijar la posición en nombre de todas las comarcas: «Necesitamos agua que podamos pagar hoy y mañana, una doble toma definitiva en Cortes de Pallás, a la que aspiramos con firmeza para tener agua de calidad». No solo para regar, también para abastecimiento de poblaciones como Elda y Petrer, para consumo humano e industrial.