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Almunia prohíbe a Ciudad de la Luz lo que permite a Hungría

La Comisión Europea reclama a los estudios alicantinos que devuelvan 265 millones en ayudas mientras permite que otros países otorguen dinero público al cine

Almunia prohíbe a Ciudad de la Luz lo que permite a Hungría ABC

D. MARTÍNEZ

La Comisión Europea no tiene intención de perdonar a Ciudad de la Luz la devolución de 265 millones de euros, invertidos por la Generalitat tanto en la construcción del complejo como en la subvención recibida por la mayoría de las películas que se han rodado en los estudios. En una respuesta escrita del comisario europeo de competencia, Joaquín Almunia, a petición de los socialistas (partido en el que milita), y fechada el pasado 17 de diciembre, se afirma que la Comisión está «tratando los aspectos técnicos de la licitación» para privatizar Ciudad de la Luz –tal como adelantó ABC ya a finales de 2012–, dado que si no reembolsa los 265 millones «es aceptable la liquidación del beneficiario». Una fórmula que, llegado el caso, podría considerarse aplicable a los clubes de fútbol que recibieron ayudas del Consell, también investigados ahora por Almunia.

Mientras Ciudad de la Luz acaba de llevar el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) a través de un recurso que defiende la legalidad de las ayudas, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, consideró el pasado lunes en el Forum Europa Tribuna Mediterránea que Almunia –quien fue secretario general del PSOE y candidato al Gobierno en 2000– perjudica a España en sus decisiones como comisario de Competencia de la UE. Una percepción que no obedece solo a su papel en la crisis de Ciudad de la Luz, sino también en la de las ayudas a los astilleros españoles.

Lo cierto es que, exista o no voluntad de perjudicar los intereses de España, la actuación del comisario de Competencia en el sector del cine ha generado un importante agravio comparativo con Ciudad de la Luz. Lo que la Comisión Europea no permite y penaliza en la Comunidad Valenciana, recibe su beneplácito en países como Hungría, donde el cine patrio (y también el extranjero rodado en suelo húngaro) recibe importantes impulsos desde el sector público por dos vías: exenciones y subvenciones discrecionales. Una fórmula –bendecida por Almunia– que distorsiona la competencia en el sector cinematográfico, al menos, en la misma medida que las ayudas de la Generalitat que han desembocado en el cierre de Ciudad de la Luz.

A finales del pasado septiembre, la Comisión Europea dio luz verde a la prórroga de los incentivos fiscales de Hungría para el sector cinematográfico. Este sistema, que en la práctica no se diferencia demasiado del que desarrolló el Consell –reembolso de un porcentaje del gasto justificado en la Comunidad por las producciones que rodaban en los estudios alicantinos– está autorizado por Bruselas para los próximos seis años, de forma que hasta 2019 todas las películas que se rueden en Hungría podrán acogerse a estas ayudas. La desgravación fiscal, aplicable tanto a equipos húngaros o extranjeros que rueden en el país, llega al 20% de los gastos de producción que se desembolsen en Hungría.

«Guerra Mundial Z»

Entre las producciones que se han beneficiado de este sistema de ayudas, que lleva en marcha varios años, se cuenta la estadounidense «Guerra Mundial Z», producida y protagonizada por Brad Pitt. Aunque la cinta se rodó también en Hollywood y en Londres, buena parte del metraje transcurre en Hungría (donde Pitt tuvo problemas con las autoridades por las armas simuladas que introdujo en el país para las escenas de acción). El citado sistema de ayudas, de hecho, favoreció que producciones que en principio se iban a rodar en Ciudad de la Luz, como «Pompeya» –que inicialmente iba a ser dirigida por Roman Polanski, quien incluso visitó los estudios alicantinos en 2007– se decantasen finalmente por los estudios Korda, en Budapest.

Al margen de las exenciones fiscales, Hungría creó en 2012, también con el beneplácito de la Comisión Europea, el Hungarian National Film Fund, una entidad pública que otorga ayudas directas a producciones patrias según un criterio que, al contrario que las ayudas del IVAC valenciano, es completamente subjetivo: la «calidad de los guiones». Entre ocho y diez películas pueden recibir cada año ayudas de entre 500.000 y un millón de euros.

Denuncia de parte

Cabe recordar que la resolución de Almunia contra Ciudad de la Luz se produjo tras la denuncia que interpusieron los estudios Pinewood, de Londres, en 2008, justo cuando acababa de acoger el rodaje de «Astérix en los Juegos Olímpicos». Pinewood, además, construye ahora un complejo cinematográfico en República Dominicana fuertemente inspirado en el alicantino.

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