Suscribete a
ABC Premium

HORIZONTE

Sarna con gusto no pica

Esto es lo más parecido que hemos visto en nuestros días a los referendos del franquismo. Y con los plebiscitos del caudillo no entramos en Europa

Ramón Pérez-Maura

Dice Iglesias Turrión que en Grecia ganó la democracia. Pues va a ser que sí. La democracia europea. Porque la democracia puede ser un poco más amplia que lo que Iglesias Turrión cree que es.

Lo primero que quedó claro en Grecia el domingo no ... fue que el país esté roto en dos bloques y por la mitad. Los que fueron a votar, que son los que de verdad cuentan, sufragaron abrumadoramente en contra. ¿En contra de qué? En contra de Europa. Porque a estas alturas todavía nadie sabe qué se cuestionaba en la pregunta incompresible y los catorce folios adosados e inescrutables. Si, con frecuencia, el peligro de los referendos es que la gente acaba votando por cualquier razón menos por aquella sobre la que se les está preguntando, cuando lo que pone en la papeleta es una suerte de jeroglífico resulta mucho más evidente que se vota por cualquier cosa menos por la textualidad de aquello a lo que se responde con un «sí» o un «no». Por eso la votación era, genéricamente, sobre Europa. El propio Jean-Claude Juncker, que tanto ha hecho por intentar encarrilar la negociación con Grecia, tuvo que reconocer, sin matices, que el referendo del pasado domingo era un plebiscito sobre Grecia. Y los griegos respondieron a esa pregunta con tal contundencia que ahora somos el resto de los europeos los que hemos obtenido de la democracia griega la legitimidad para actuar.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia