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VIDAS EJEMPLARES

EL ALPINISTA

Sánchez intenta que la televisión supla su falta de ideas

Luis Ventoso

EL montañero leonés Jesús González Calleja, de 49 años, es un personaje que cae bien al momento, por su campechanía y su carencia absoluta de sentido del ridículo. Calleja, con su melena rubia de bote y su verborrea desinhibida, es lo que hablando coloquialmente llamaríamos « ... un cachondo». Ha coronado un montón de cimas asesinas y suponemos que es muy bueno en lo suyo. Aunque una vez, siguiendo al borde de la modorra uno de sus «desafíos extremos», me pareció ver pasar al fondo de la imagen a una tibetana que caminaba tan pancha en camiseta, mientras nuestro hombre, ataviado como para volar a la Luna, explicaba desaforado que estaba atravesando una situación límite. En fin, tal vez fuese un efecto óptico, porque estoy convencido que Calleja siempre arriesga: es capaz de convertir en una gesta inenarrable un ascenso por las escaleras mecánicas del Corte Inglés.

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