Suscribete a
ABC Premium

UNA RAYA EN EL AGUA

Cucarachas

No fue un genocidio organizado sino una masacre artesana, aquí te pillo aquí te mato: a machetazos, a tiros y a palos

Ignacio Camacho

EN los meses anteriores Ruanda había comprado a China, con dinero de la cooperación francesa, seiscientos mil machetes. Lo tiene contado Pepe Arenzana, que estuvo allí y nunca lo olvidará. Como tampoco podrá olvidarlo jamás Romeo Dallaire, el general canadiense al que la ONU entregó ... quinientos soldados –con un protocolo restringido de intervención– para impedir una matanza de cientos de miles de personas. Dallaire acabó en tratamiento psiquiátrico, hundido en la depresión del hombre que ha bajado a los infiernos de la ignominia. Seiscientos mil machetes. Para trabajar en el campo, según el argumento oficial. Tal día como hoy hace veinte años comenzó el trabajo. Cuando acabó, tres meses después, habían muerto ochocientas mil criaturas, en un cálculo bajo. Asesinadas a mano, a tiros, a palos y a cuchilladas. Hitler, con un plan industrial de exterminio, necesitó varios años para liquidar a seis millones.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia