Zelenski pide en La Haya la creación de un tribunal especial para juzgar a Putin

Y Zelenski vino a La Haya precisamente para pedir que Vladímir Putin sea llevado ante la Justicia por la guerra en Ucrania. La orden de captura es por crímenes de guerra que incluyen el secuestro y la deportación forzosa de niños ucranianos, aunque Rusia no reconoce su legitimidad porque no ha suscrito esta convención internacional. Por ello, Zelenski volvió a insistir en la creación de un tribunal de crímenes de guerra separado de la Corte Penal Internacional, como se hizo con los responsables de las múltiples atrocidades que se cometieron en las guerras de la antigua Yugoslavia.

«El agresor debe sentir todo el poder de la Justicia. Es nuestra responsabilidad histórica», dijo Zelenski. «Solo una institución es capaz de responder al crimen original, el crimen de agresión: un tribunal. No un compromiso que permita a los políticos decir que el caso supuestamente está cerrado, sino un tribunal verdadero y completo», sostuvo el presidente ucraniano.

Zelenski venía de Finlandia, país fronterizo con Rusia que recientemente se ha incorporado a la OTAN como reacción a la invasión de Ucrania, y que es uno de los más activos en la asistencia militar a los ucranianos, y fue recibido en los Países Bajos con todos los honores. No solo se reunió con el primer ministro holandés Mark Rutte, sino que su homólogo belga, Alexander de Croo, se desplazo a La Haya para participar en el encuentro. Ambos aseguraron a Zelenski la máxima cooperación en términos militares y económicos. En los últimos meses, Zelenski ha viajado con cierta frecuencia al extranjero a pesar de los evidentes problemas de seguridad, incluyendo al Reino Unido, Francia o Polonia o a la capital europea para visitar las instituciones comunitarias. En diciembre llegó a desplazarse a Estados Unidos.

También casi todos los dirigentes europeos han viajado a a Kiev en varias ocasiones desde que empezó la guerra para expresar su apoyo a la causa ucraniana.

Por otro lado, los países de la UE se han puesto de acuerdo para empezar a gestionar las compras conjuntas de munición de artillería destinada a Ucrania. El acuerdo se ha producido una vez que la Comisión Europea haya destinado 500 millones del presupuesto comunitario a ayudar a que las empresas europeas de armamento puedan acelerar su producción. Es la primera vez que la UE dedica una parte de su presupuesto expresamente a la compra de material militar, que es algo que se había descartado a lo largo de la historia de la UE.

Con la guerra de Ucrania, la UE ha ido abandonando muchos de sus tradicionales tabúes. Fundada como proyecto de paz cuando Europa se recuperaba de la devastación de la Segunda Guerra Mundial, se había prohibido a sí misma normalmente gastar fondos comunitarios en equipamiento militar para zonas de conflicto activo. Ahora, con la determinación de respaldar a Kiev frente a Moscú, se ha usado primero el Fondo para la Paz, que se pensó como financiación para restañar las consecuencias de los conflictos, y que se ha agotado ya en los primeros pasos de la ayuda militar a Ucrania, con la transferencia de los arsenales disponibles en los países.

«Creo que debemos reconocer que la Comisión está abriendo nuevos caminos», ha declarado a medios alemanes Camille Grand, analista del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. «La UE, por primera vez, gastará dinero comunitario en la industria de defensa, no solo en investigación y desarrollo, sino para apoyar a citada industria».

El proyecto incluye 2.000 millones del presupuesto comunitario (de fondos no gastados) para proveer a Ucrania de un millón de obuses tanto de los calibres usados por el material de origen soviético como los de los cañones de tecnología ocidental que los países de la OTAN han enviado a Ucrania.

La Comisión ha decidido reforzar la industria militar europea como prioridad estratégica, aunque, según todos los análisis, la capacidad de producción europea no está a la altura de una guerra de alta intensidad como la de Ucrania.