Zelenski, al Papa: «No puede haber igualdad entre víctima y agresor»

«Apostamos por la victoria de Ucrania. Italia seguirá ofreciendo el apoyo necesario, incluido el militar, para que se pueda alcanzar una paz justa, que no puede llegar con una posición de rendición al invasor», dijo Meloni en rueda de prensa conjunta con Zelenski. Previamente, mantuvieron una reunión privada en el Palacio Chigi, sede el Ejecutivo, durante 70 minutos, en inglés, seguida de un almuerzo de trabajo con las delegaciones de ambos países.

Zelenski, que llegó en la mañana del sábado al aeropuerto de Ciampino en un Airbus de la Aeronáutica Militar italiana, vistió felpa negra y pantalón verde militar en su jornada romana. Giorgia Meloni, que viajó a Kiev el 25 de febrero, quiso destacar el liderazgo de Italia para ayudar a Ucrania: «El pasado 26 de abril realizamos una gran conferencia bilateral en Roma para la reconstrucción de Ucrania, demostrando así que nuestra nación quiere jugar un papel de liderazgo en esta dirección».

Giorgia Meloni, que ha desafiado su pasado soberanista convirtiéndose en una firme aliada del atlantismo, reconoció «las legitimas aspiraciones de Kiev para incorporarse a la UE, y dio su apoyo a Zelenski para su asociación con la OTAN: «Estamos listos para apoyar una mayor intensificación de la asociación de Ucrania con la OTAN, lo discutiremos en Vilna [Lituania] en la cumbre de julio, probablemente será el tema central».

El presidente Zelenski, al que Meloni llamó «mi amigo», se deshizo en elogios hacia Italia y su primera ministra por el apoyo recibido (Italia destinó 660 millones en armamento, 310 en ayuda económica y 50 en ayuda humanitaria). «Estoy aquí para estrecharte la mano y agradecerte la ayuda –dijo a Meloni– y por albergar a los ciudadanos ucranianos, nunca lo olvidaré». Zelenski declaró que «Europa es muy importante para nosotros», asegurando que Kiev respetará todas las indicaciones exigidas para ingresar a la UE». El mandatario ucraniano también se refirió a que «doscientos mil niños también han sido sacados de Ucrania».

El jefe del Estado, Sergio Mattarella, acogió también en el Palacio del Quirinal, a Zelenski con estas palabras: «Estamos plenamente a vuestro lado».

Zelenski dejó para el final el encuentro con el Papa, cuando ya había recibido las garantías de apoyo armamentístico que forjaron su visita relámpago a Roma. Luciendo su atuendo militar, que usa desde los primeros ataques rusos, saludó al Pontífice con la mano en el corazón nada más bajarse del coche blindado que lo llevó al Vaticano. «Es un gran honor», le dijo. El cara a cara privado duró 40 minutos en los que Francisco intentó por todos los medios poner encima de la mesa la posibilidad de un alto el fuego que pueda sofocar la escalada de violencia.

Sin embargo, Zelenski no se lo puso nada fácil. Defendió con ahínco su plan de paz de diez puntos, que incluye que Rusia abandone todas las posiciones ucranianas, como la única salida posible a la guerra. «También hablé de nuestra 'Fórmula de Paz' como único algoritmo eficaz para lograr una paz justa. Le propuse que se una a su implementación», aseguró el presidente ucraniano en su cuenta de Twitter.

El Papa es consciente de que es una estrategia inviable en este momento porque supondría la retirada de las tropas rusas incluso de Crimea, pero la maquinaria de la diplomacia vaticana nunca se rinde.

El presidente ucraniano acabó su jornada con una entrevista en directo en la RAI con directores de medios italianos, afirmando que el presidente ruso no quiere la paz: «La dificultad en que se encuentra Vladímir Putin acerca a Ucrania a la paz, porque somos un pueblo motivado; él no tiene un ejército fuerte ni motivado y él está solo, aislado en el Kremlin».

En su entrevista de casi una hora y media en la RAI, Zelenski manifestó, a propósito de los tiempos de la contraofensiva de Ucrania, que «los pasos importantes se tomarán en breve». El líder ucraniano no quiso ser más explícito porque eso «no ayudaría a Ucrania. Nos estamos preparando con mucho empeño -añadió- y daremos pasos importantes. Estamos muy motivados. No puedo responder sobre tiempos y formas, pero verán los resultados. Creemos en la victoria». Preguntado en la RAI si estaba dispuesto a hablar de paz con Putin, lo rechazó: «¿Hablar con Putin? No, ¿sobre qué? Putin mata, con él no hablo. No podemos tener mediaciones con él. Putin usará la propaganda para salir de la guerra. No utilizará las armas nucleares, porque quiere vivir. Putin no entiende completamente lo que realmente está sucediendo en Ucrania. Creo que ha perdido la noción de la realidad».

Al ser preguntado sobre una posible mediación china y si se fiaba de los chinos, Zelenski tendió la mano a Pekín: «Hablé con el líder chino Xi y discutimos algunos temas importantes. Le dije que contamos con que Pekín no suministre armas a Moscú. El presidente Xi respondió que no darán las armas y que no apoyarán a Rusia. Me aseguró no se involucrarán». En relación con el plan de paz, reiteró que «debe ser solo ucraniano».

Es decir, frente a quienes consideran, como el Vaticano, que el final de la guerra podría significar la interrupción de las hostilidades, sin embargo para Zelenski el final de la guerra «solo puede llegar con reconquista de la integridad territorial de Ucrania». Y rechazó explícitamente la convocatoria de un referéndum en Crimea, porque ese territorio forma parte de Ucrania como indica la Constitución.