El yihadismo atemoriza a los centros educativos franceses
«Debemos combatir y matar a los profesores que corrompen a nuestros hijos en las escuelas», escribió Daesh hace unos años. El actual conflicto ha avivado esa llamada a la violencia
Yihadismo en familia en una Francia en estado de urgencia terrorista
Escuela de Belleville, París
En Francia (68 millones de habitantes) hay 853.700 profesores, 713.500 en la enseñanza pública y 140.200 en la privada. Según las estadísticas oficiales, en el último quinquenio el 12 % de ellos habrían sido víctimas de agresiones: del insulto a la amenaza y ... al asesinato.
La inmensa mayoría de las amenazas físicas y verbales se dirigen a los maestros de la enseñanza pública. Entre 70.000 y 80.000 de entre ellos habrían sido amenazados los últimos años. Entre 7.000 y 8.000 han sufrido agresiones físicas. Más del 80 % de esas amenazas y agresiones han sido perpetradas por alumnos y padres de familias musulmanas. Entre 5 y 7 millones de franceses son administrativamente musulmanes.
El pasado día 13, un exalumno del Liceo Gambetta-Carnot de Arras, en el norte, asesinó a un profesor de Historia, Dominique Bernard (57 años), mientras gritaba «¡Alá es el más grande!». El asesino, Mohammed Mogouchkov (20 años), sus padres y hermanos estaban fichados como sospechosos, y habían multiplicado sus amenazas y confesiones islamistas desde hace varios años. En vano.
El asesinato del profesor Bernard es un nuevo hito en la historia de las amenazas del yihadismo islamista contra los maestros franceses. Hace tres años, el 15 de octubre del 2020, otro profesor de historia, Samuel Paty (38 años), fue asesinado por otro islamista de origen checheno.
Violencia desde 2015
En su día, el asesinato de Paty fue parcialmente interpretado como una 'respuesta' a la legislación del Gobierno de Emmanuel Macron destinada a combatir el «separatismo islamista». El asesinato del profesor Bernard se cometió seis días después del lanzamiento de la guerra terrorista de Hamás contra Israel, semanas después de la entrada en vigor de la nueva legislación que prohíbe el uso de la abaya islámica y otras túnicas musulmanas a los padres y alumnos, incluso en la entrada de escuelas e institutos.
Las agresiones y asesinatos relacionados con el terrorismo yihadista contra los profesores, las escuelas e institutos de Francia comenzó 'oficialmente' en diciembre de 2015, cuando una publicación de Daesh (el Estado Islámico, según sus siglas en árabe) publicó un artículo titulado 'Francia, de rodillas', con esta profesión de fe criminal: «Debemos combatir y matar a los profesores, que son los corruptores de nuestros hijos en las escuelas y quieren imponer sus doctrinas judeomasónicas». Terminología islamista que tiene palmario paralelismo con la retórica nazi.
El asesinato del profesor Bernard, en Arras, se cometió seis días después del ataque terrorista de Hamás contra Israel
Jean-Pierre Obin, antiguo inspector general de la Educación Nacional, presentó en su día un informe oficial ante el Senado, segunda cámara del Parlamento francés, haciendo este análisis de la amenaza terrorista islámica contra los maestros: «Los yihadistas han enumerado con mucha precisión todo aquello que desean combatir en nuestras escuelas. Ellos desean erradicar, con violencia, la laicidad y la democracia, la tolerancia y el humanismo, la prohibición de los sermones religiosos, la música, la presencia de niños y niñas en las mismas escuelas».
Tras el último de los asesinatos islamistas, coincidiendo con el estallido de la ofensiva terrorista de Hamás, apoyada por la extrema izquierda, Obin se confiesa pesimista: «El llamamiento al crimen terrorista estaba escrito en los programas de acción de los islamistas residentes en Francia».
Ataques antisemitas
Durante los últimos diez días, los servicios de seguridad han detectado más de doscientas acciones antisemitas, de muy diversa naturaleza, de las pintadas criminales a la profanación de cementerios. Sin embargo, las amenazas físicas contra alumnos, maestros y profesores son una realidad inquietante, muy anterior.
A primeros del mes de abril pasado, quinientos alumnos y profesores fueron amenazados de muerte en el grupo escolar Jean Paul II, en Saint-Galmier y Montrond-les-Bains, en el departamento de la Loire.
Durante el último trimestre, tras la prohibición de la abaya y otras túnicas musulmanas en las escuelas, se han sucedido más de doscientos incidentes, de las amenazas de muerte a las agresiones físicas, forzando un rosario de intervenciones policiales.
En Cannes, en el corazón de la Costa Azul, el alcalde de la ciudad, David Lisnard, ha pedido socorro urgente al Ministerio del Interior: «Las pintadas y amenazas físicas han crecido las últimas semanas. Temo una tragedia en cualquier momento».
Durante los últimos diez días, numerosos establecimientos escolares, institutos y guarderías se han visto forzados a ser evacuados, con urgencia, ante la multiplicación de las amenazas en numerosos departamentos, en toda Francia, en la Seine-Maritime, en la Seine-Seint-Denis, en Yvelines, en Hautes-Pyrénées, entre otros.
Driss Aït Youssef, profesor de Derecho Público, especialista en seguridad global, colaborador con los servicios de Policía, hace este análisis de la amenaza islamista contra los centros educativos franceses: «La educación nacional es la matriz cultural del Estado. Los maestros, y los profesores de Historia en particular, son los principales responsables de enseñar y transmitir ese fundamento de toda nuestra vida pública. De ahí que sean blancos privilegiados del yihadismo, que prolonga en Francia la guerra terrorista contra Israel, que Hamás ha prometido destruir para construir un Estado islámico».