De este último grupo, ya había retornado a Italia un primer solicitante de asilo, al que ahora se han sumado los otros siete –todos ellos originarios de Egipto y Bangladesh–. Han desembarcado en el puerto de Brindisi, según la agencia de noticias AdnKronos.
El Gobierno de Giorgia Meloni pactó con las autoridades albanesas el traslado temporal de inmigrantes rescatados en aguas del Mediterráneo mientras se resolvían solicitudes de asilo pero, con el del lunes, ya sufrió dos reveses judiciales sufridos por un plan cuestionado por organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.
Tras el primer dictamen en contra, el Ejecutivo optó por aprobar un decreto con el que buscaban blindar la consideración como seguros de batería de países, pero la Justicia sigue teniendo dudas al respecto. El TJUE ya dictaminó en una sentencia que no podía declararse seguro un país si no podía aplicarse tal consideración a todos los territorios y colectivos.
El Gobierno, sin embargo, ha descartado que pueda paralizar los traslados y voces como el líder de la Liga, Matteo Salvini, hablan abiertamente de «sentencias políticas». También el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, afirmó el lunes que la última sentencia es «contraria a la división de poderes», denunciando que «algunos magistrados intentan imponer su línea política al Gobierno».
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